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Numerosos familiares y allegados depositaron flores sobre la arena que ahora cubre los restos. :: A. J.
PUERTO REAL

Los claveles le doblan el pulso al silencio

La tradicional ofrenda floral en honor a los fusilados en la Guerra Civil se trasladó ayer a la fosa común recién hallada en el cementerio

A. JUNCAL
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A las puertas del cementerio venden flores y cupones. Claveles, para el recuerdo, y suerte y dinero que bien vendrían para el proceso que queda por delante a la Asociación de la Memoria Histórica, tras descubrir la fosa común de los fusilados en la Guerra Civil. Ahora aguardan los trámites para la exhumación, y luego ver de dónde se sacan los fondos para las pruebas de ADN.

Un alegórico muro marca el monumento a los caídos. Desde 2005, cada año se les rinde homenaje. 110 nombres se estampan en las lápidas. Entre ellos, uno solo de mujer, el de Milagros Lebrón Lobatón.

En la antesala del protocolo, los recuerdos más íntimos y familiares se abrían paso entre la penumbra de un olvido impuesto.

La habitual ofrenda floral se trasladó ayer al lugar donde se ha descubierto los restos. Previamente se desvelaron los detalles de la excavación coordinada por Alfonso Pando y Lázaro Lagóstena. Sobre las vallas que custodiaban las catas, cubiertas por una capa de tierra, se dispusieron fotos de los hallazgos.

Hubo un emotivo recuerdo para Narciso Torrente y Juan Alarcón, «dos compañeros que han visto truncada su ilusión de recuperar los restos», reflejó Francisco Aragón, portavoz de los promotores. Ambos asistían desde la cita original, y ambos han fallecido en el último año. Y renovó la promesa: «No pararemos hasta conseguir las metas que nos propusimos».

Sumergido en el texto, explicó que en la Villa hubo «una represión brutal», con puertorrealeños «represaliados y torturados, y muchos fusilados y hechos desaparecer». «Muchas fosas están aún sin localizar; aquí ya la hemos encontrado», proclamó con orgullo. Al acabar su discurso sonó 'Desaparecidos', basada en un poema de Benedetti. 'Cantan conmigo, conmigo cantan', culmina una pieza que rompió el silencio. Un silencio quebrado por las voces que clamaban hace tiempo bajo tierra.