Alertan de la compra de fármacos por Internet para usarlos como droga
La coordinadora Nexos advierte del incremento en el consumo de sustancias cuya adquisición no es ilegal por su utilización médica
JEREZ.Actualizado:Con el paso del tiempo las modas van cambiando y el consumo de distintas drogas se presenta como una de las parcelas en las que más alteraciones se producen en cuestión de hábitos. En los últimos años, si bien la cocaína continúa siendo la reina de los estupefacientes las nuevas tecnologías han posibilitado el conocimiento y el acceso a otras sustancias, muchas de las cuales se utilizan comúnmente en el campo de la medicina pero que, en grandes dosis, pueden resultar perversas para el organismo y producir síntomas parecidos a los de las drogas habituales.
En la provincia de Cádiz, que presenta el nivel de incautación más importante del país (1/5 del hachís intervenido por los Cuerpos de Seguridad en toda España se captura aquí), la llegada del verano provoca la proliferación de nuevas tendencias importadas por los turistas que encuentran en la zona una bicoca del consumo como en el caso del hachís, que se puede obtener a buen precio y de buena calidad. Jerez, como explica el presidente de la coordinadora antidroga Nexos, Francisco Mena, no escapa de esta realidad al estar ubicado en un punto neurálgico de la provincia muy cercano a la costa y haberse convertido en epicentro de la distribución.
Una de las últimas tendencias que los que luchan contra esta lacra han podido detectar es la adquisición por Internet de determinadas sustancias, que cada vez se consiguen de manera más fácil y con métodos hasta hace poco impensables. Eso ocurre con la efedrina, un alcaloide cuya compra no es ilegal y que se usa en el contexto sanitario para contrarrestar los efectos hipotensores de la anestesia, así como para rinitis, sinusitis y como tratamiento de la narcolepsia y estados depresivos.
Adolescentes y estimulantes
Sin embargo, la utilización de la efedrina fuera del ámbito medicinal y terapéutico se está extendiendo de forma alarmante, sobre todo entre la población adolescente que la consume en épocas de exámenes por sus propiedades estimulantes. Entre sus efectos más conocidos, destacan la verborragia, la claridad mental y la supresión de la sensación de cansancio. Junto a ella, también se está percibiendo un aumento en el uso de productos como inhalantes y disolventes, cuya compra tampoco es ilegal (salvo en el caso de los menores) y que se pueden obtener en cualquier droguería.
Aunque aún su consumo se realiza a pequeña escala, cada vez va a más y los expertos alertan del lógico peligro que conlleva el asimilar este tipo de sustancias. Otro ejemplo dentro de estas nuevas modas es el de la ketamina, que procede de otros lugares como el Levante y que ya el pasado año comenzó a despuntar en Jerez y sus alrededores. Se trata de un componente que utilizan los veterinarios como anestesia y cuyo consumo se reduce prácticamente al verano, con la llegada de los turistas.
Como reconoce Mena, el problema a la hora de frenar esta espiral es que la droga ha pasado de ser algo excluyente a convertirse en un elemento de cohesión en determinados grupos. Constituye incluso una nueva forma de relacionarse para cuya lucha la sociedad debe contar con armas que vayan más allá de la mera intervención policial y encuentren en la educación el pilar básico para el verdadero cambio.