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El cantaor jerezano David Lagos, junto a su mujer Melchora Ortega, que también colabora en su nuevo trabajo. :: la voz
LA VOZ DE LA CONCIENCIA

David Lagos: El espejo en que me miro

En su nuevo trabajo, el artista transmite maduración y profesionalidad, sin dejar nada al azar y a la improvisaciónUna de las claves del éxito del cantaor es que ha crecido inmerso en circunstancias flamencas

RAFAEL LORENTE
JEREZ.Actualizado:

Aunque en el flamenco lo primero ha sido el cante y lo segundo el toque, no hay éste sin aquel; no digamos si uno se apoya en el otro o se buscan mutuamente. Esa complementación genera una especie de simbiosis con la que el aficionado no puede evitar emocionarse y menos dejar pasar de largo este trabajo, que apenas se escucha dos veces enraíza en el ávido substrato del aficionado cabal. Y lo hace por múltiples razones: primero, porque la voz que interpreta las vivencias del espejo en que se mira, es cantaora; segundo, porque en ella se desarrollan y dicen una baraja de cantes cuyo dominio es imposible sea ajeno a nadie con afición a este arte. Y tercero, porque para ello, hay que pasarse la vida inmerso en las circunstancias flamencas entre las que ha crecido David Lagos.

Jerez, ciudad en la que generación tras generación se han ido transmitiendo el legado de sus mayores, dando como resultado trabajos como éste, en el que se interpreta a los artistas que nos precedieron, que tanto tiempo convivieron con nosotros; puerta con puerta y es lógico y de ley que artistas de la talla de David Lagos se miren en sus espejos. Apenas se abre la carátula y se lee el libreto, el trabajo transmite maduración y profesionalidad, dejando constancia que nada se ha dejado a la improvisación y al azar. Y si se escucha con atención el trabajo transmite cuajo, conocimientos y serenidad interpretativa; en el que el autor y sus acompañantes se han preocupado de elaborar minuciosamente cada tema, no conformándose con resultados simples si no que cada uno de ellos lleva el marchamo de artistas actuales de profesionales del flamenco, que sin dejar a un lado la pureza imprimen a los cantes nuevos giros musicales, con excelentes innovaciones, en donde resalta con nitidez las intervenciones del alma mater de esta producción, el guitarrista Alfredo Lagos.

El disco, corte a corte

Ya conocíamos a David Lagos a quien como cantaor de atrás hemos visto desenvolverse en los escenarios con verdadera profesionalidad por lo que no nos ha sorprendido este trabajo, aunque sí la minuciosidad y el elaborado trato que se le ha dado a ésta producción.

En el primer corte, David brilla con el empeño y dedicación que le muestra a la Reina de la Bulería: La Paquera de Jerez. En este cante eminentemente rítmico, sobrado de facultades y recursos cantaores, este artista jerezano da toda una lección de dominio de compás, acelerando o enlenteciendo los tiempos para caer preciso en los cierres de las cuadraturas. El texto, con estrofas dedicadas a Francisca Méndez tiene versos verdaderamente bien construidos con los que David Lagos hace un verdadero homenaje a la reina de la Bulería.

En el corte número 2, el autor interpreta unos tangos que denomina de arena y que dedica al maestro de Granada Enrique Morente, cante del que sale verdaderamente airoso ya que con los cambios melódicos y rítmicos da muestras del conocimiento que tiene de éste palo, en el que tan acertadamente canta a José Benjamín y Miguel Hernández, con estos sones del Albaicín. En el corte número 3, David Lagos pide por tarantos cantar como él quiera y, aunque lo hace a su aire, canta por este palo con verdadera enjundia y conocimiento, embarcándose en el macho en el que arriesga con seguridad profesional y con el incomparable apoyo guitarrístico de su hermano Alfredo, que aún sin quererlo, destaca y luce sobremanera.

El número 4 son más bulerías en las que se aspira Jerez, luciéndose en las letras cortas santiagueras, a la vez que se placea en los acupleteados, tiempos en los que entremezcla letras de su propia cosecha, tan ingeniosas en la dicción cantaora como en los textos, cuyos poéticos fondos no hacen sino enriquecer el trabajo; tal es 'la Bulería del reloj de arena', en la que -granito a granito- hace un símil con el amor. Ni que decir tiene que David Lagos ha sabido elegir las guitarras de acompañamiento, ya que es todo un lujo como suena en este corte la del jerezano Santiago Lara, quien a pesar de su juventud está cada vez más en maestro, tengamos en cuenta que se ha curtido en todos los terrenos del flamenco.

El número 5 cuyo título es 'Que te morías por verme', es una malagueña chaconiana; que precisamente dedica al maestro de la calle Sol, la que con la guitarra limpia, dulce y armoniosa de su hermano Alfredo Lagos, David lleva a cotas de verdadero vértigo. Por cierto, pocas veces tan bien cantada en Jerez. Por el número de artistas de primera línea que colaboran en este trabajo: Melchora Ortega, Mercedes Ruiz, Grilo y Cantarote. todo el compacto despierta interés en el aficionado cabal, pero cuando David le da un giro de 180 grados a su producción es en el corte en el que acertadamente incluye a ensolerados intérpretes de nuestro arte, voces rancias y toques con abolengo en las figuras de Fernando de la Morena y Moraito. Gañan de Punta, nos trae los recuerdos del éxodo que se producía en Santiago en tiempos de recolección: trigo, remolacha, algodón. Cuando la carretera del Calvario era un hervidero de gitanos que en interminables filas indias iban por arcenes y cunetas en busca del jornal a los cortijos.

Cantes de fragua

En la voz rancia y afillá de Fernando de la Morena todavía amargosea el sudor, y arronca su garganta la granza del raspinegro. Al compás de la Bulería 'pá escuchá', estos artistas nos emborrachan los sentidos con los sones de los viejos cantes de trilla, en los que David Lagos introduce con su laíno eco letras de hoy y de siempre.

Culmina David este valiente y técnico trabajo con cantes de fragua que remata por Cabales tan lujosa como espléndidamente.

Nuestra enhorabuena a todos los artistas que han participado o colaborado en esta grabación, en especial al protagonista, como también a su hermano Alfredo cuya sensibilidad se adueña de los silencios. Felicidades artistas: este es el camino.