SILENCIO, ESTAMOS INNOVANDO

Añadir valor y apostar por ganar competitividad, eso era lo que proponía el ex presidente del Gobierno, Felipe González, en una entrevista en un medio radiofónico hace unos días. Felipe González, ha decidido definitivamente, y tras algunos años de silencio, hacerse oír y abandonar a la muda Belinda. Me gusta, he de confesarlo, aunque pienso que en este caso se ha limitado a verbalizar lo que otros tantos llevan tiempo rumiando, y que no solamente es aplicable en materia económica. Sobra decir que no podemos competir con China en salarios, ya está bien, pero la realidad está ahí, y no podemos mirar hacia otro lado. Se nos dice que si queremos competir globalmente, que si queremos salir fortalecidos de esta feroz crisis, debemos ser capaces de aportar opciones que generen valor añadido; por ello, tenemos que coger las riendas de la innovación y de la inteligencia, y como innovar supone hacer las cosas de un modo distinto, quizá sería el momento para que Cádiz reactivase antiguas relaciones, como aquellas que mantuvieron la ciudad y el puerto, el muelle para la mayoría de los gaditanos; relaciones, que por cierto, no ha contemplado el PGOU. Quién sabe. Posiblemente todavía estemos a tiempo de reactivar las potencialidades de carácter turístico, comercial o de ocio de esa deseada pareja, la ciudad y su muelle. Así, la plaza de San Juan de Dios debería estar llamada a ser el epicentro de la ciudad. Cada vez lo tengo más claro, aquí sí que innovamos; nuestros tiempos, aunque sólo a veces, son distintos a los del conjunto del país. Si tardamos siete años en aprobar un nuevo plan de ordenación urbana es simplemente porque necesitamos nuestro tiempo, distinto pero nuestro.