Los mexicanos accionan la guillotina
Los dos goles 'bigeneracionales' de Javier Hernández y Cuauhtemoc Blanco dejan a los franceses en el filo de la navaja
POLOKWANE.Actualizado:La guillotina es un invento francés que en Sudáfrica los mexicanos manejan con mano maestra. Dos goles 'bigeneracionales' de Javier Hernández (22 años) y de Cuauhtemoc Blanco (37 años), a raíz de sendos fallos clamorosos del barcelonista Eric Abidal, dejaron en Polokwane el cadalso teñido de sangre azul 'bleu'.
La peor selección francesa de los últimos tiempos, manufactura personal del odiado Raymond Domenech, sucumbió con estrépito ante la atractiva combinación de juventud y veteranía orquestada por Javier Aguirre. Un empate de fraternidad hispanoamericana entre mexicanos y uruguayos basta para garantizarse la recíproca clasificación para octavos, mandar a los franceses a 'la maison' y dejar en la suya a los sudafricanos. Pelele Domenech cedió a la presión de los notables del vestuario y apartó del once titular a Gourcuff, talento a borbotones al que le hacían el vacío hasta en el campo. En su lugar regresó Malouda, pero en una posición más exterior y ofensiva por la izquierda.
El ajuste provocó el desplazamiento al eje de la medular de Franck Ribéry en un papel de organizador del ataque que ya ejerció en el tramo final del choque contra Uruguay y en el que nunca ha destacado un jugador dotado para la aceleración y el desbordamiento. El dibujo táctico francés fue un 4-2-3-1, con Toulalan y Diaby como doble pivote por delante de los centrales Gallas y Abidal. Pero los cambios resultaron inoperantes. Ribéry fue anulado por los infatigables Juárez y Torrado mientras que Govou continuó desaparecido.
Al filo de la media hora Lloris repelió con las dos palmas su disparo desde dentro del área donde había llegado tras irse por velocidad de Toulalan y Sagna con la cómplice pasividad de Gallas. Poco después un templado centro del lateral del PSV Eindhoven no fue conectado por centímetros por Pablo Barrera.
La zaga, línea dejada intacta por Domenech, padeció lagunas de atención y colocación que dejaron en ventaja a la delantera azteca en fueras de juego mal tirados y marcajes descoordinados. La falta de entendimiento ya es endémica en el tándem central formado por Gallas y Abidal. Pasada la hora de juego, Javier Hernández aprovechó un pase en profundidad de Márquez para regatear a Lloris y marcar a puerta vacía. El gol del 'Chicharrito', habilitado por la tardanza de Abidal en dar un paso al frente, dejó el pescado francés medio vendido. Fue el tanto número 2.100 en la historia de la Copa del Mundo, 80 años después de que el galo Lucien Laurent inaugurara el marcador mundialista también en un Francia-México. Un cuarto hora después Abidal derribó en el área a Barrero y Blanco no perdonó el máximo castigo. Francia, como Sudáfrica, ya no depende de sí misma. Tiene la cabeza en el filo de la navaja. Una mano mexicana accionó la guillotina.