Jesús Navas y Cesc, bálsamos para gestionar la derrota
Son los dos cambios que se prevén para la cita ante Honduras, mientras que los sacrificados serían David Silva y Busquets
POTCHEFSTROOM. Actualizado: GuardarDespués de una derrota en un Mundial se configura un escenario escabroso para el entrenador y los jugadores. ¿Cómo se gestiona un imprevisto de este calibre? ¿Qué jugadores agotan el crédito y qué jugadores representan la alternativa? Una avería siempre acarrea cambios y daños colaterales. Vicente del Bosque tiene que mover ficha, una vez detectadas las irregularidades en el funcionamiento del juego de España.
El equipo cometió errores, no de bulto, suficientes para verse atrapado en el fondo de la clasificación. Cuatro detalles mínimos que amontonados forman un problema. España no entró al partido con tensión. Confío en su idea de madurar al rival pero nunca vio cómo le flaqueaban las fuerzas. Tampoco supo superar la presión en el medio del campo. Cuando un equipo es previsible sólo se puede superar al contrario con velocidad y precisión.
Faltó el desborde en la parcela individual. Sólo Navas e Iniesta, en ocasiones, fueron capaces de salir airosos en el uno contra uno. El plan B, con los extremos y Fernando Torres, fue estéril. Se estorbaron los delanteros sin ocupar correctamente los espacios. Y por último, la puntería, nula. Una retahíla de deficiencias en pequeñas dosis.
Ahora llega la cita con Honduras. Y a buen seguro que su técnico planteará el partido del mismo modo. Muchos hombres en el medio del campo para maniatar a los jugadores creativos españoles. Del Bosque está obligado a cambiar la dinámica del equipo para que no sea presa de la ansiedad. Eso supone cambios en el próximo partido. Dice que no es el momento de dar bandazos pero el equipo precisa un golpe de efecto. Dos o tres piezas nuevas.
Jesús Navas se ha ganado el puesto a costa de Silva, un jugador muy castigado físicamente. Más cuando el equipo precisa amplitud para abrir el juego. El otro sería Cesc para trabajar entre líneas o tomar las riendas si persiste la vigilancia estrecha a Xavi. El sacrificado sería Busquets y Xabi Alonso retrasaría su posición hasta el medio centro. El tercer nombre es Arbeloa. La selección no funcionó en las bandas y los laterales no se entendieron con los interiores. No es descartable que el madridista entre por Capdevila, aunque Sergio Ramos arrastra un molesto dolor en el costado, que precisó de una revisión en un centro médico. No hay lesión.