
La Casa del Obispo se rebela
Monumentos Alavista coloca carteles en los desperfectos del edificio para denunciar la dejadez del Ayuntamiento Exige una vez más el arreglo del daño causado por la obra de Entrecatedrales
CÁDIZ. Actualizado: GuardarMás de cien escritos, requerimientos por burofax, decenas de reuniones y otras tantas peticiones a la institución a la que le compete. Tres años de insistencia. Para nada. Sólo para recibir promesas que, hasta ahora, han quedado en saco roto. Sin embargo, Germán Garbarino, gerente de Monumentos Alavista, la empresa que explota el mayor yacimiento arqueológico de Cádiz, la Casa del Obispo, no va a cejar en el empeño de arreglar lo que la obra de Entrecatedrales causó, provoca y tiene visos de prolongarse con las próximas lluvias. Sú penúltimo cartucho, unos carteles, 450 en concreto, repartidos por las zonas afectadas a causa de los trabajos en el mirador colindante.
En ellos, escritos en español e inglés, la gerencia explica la razón por la que la pared, cristal o detalle tiene desperfectos. La culpabilidad de los mismos también quedan perfectamente indicada: el promotor de Entrecatedrales, o lo que es lo mismo, el Ayuntamiento de Cádiz. Y es que el arquitecto municipal ha visitado en varias ocasiones el yacimiento, se ha asumido el problema pero no se le ha puesto remedio.
Garbarino, harto de la mala imagen proyectada por su empresa y de la falta de protección de un bien de todos los gaditanos, ha lanzado esta campaña informativa que va más allá de los carteles. Durante los fines de semana de julio y agosto, el acceso a la Casa del Obispo será gratuito. La visita consistirá en estas ocasiones en comprobar el estado lamentable del monumento. El gestor ha convocado a los gaditanos para que participen de esta iniciativa y ejercer una medida de presión ciudadana. Si cuando los lluvias vuelvan a hacer acto de presencia, el Ayuntamiento no ha sufragado los arreglos, la Casa del Obispo cerrará. Cerrará para iniciar un contencioso administrativo con la Corporación. «Hasta que se solucione, no importa que se alargue 20 años», insiste Garbarino.
Durante el recorrido por el monumento, los visitantes podrán ver grietas en las paredas, el acceso dañado, la zona del criptopórtico romano derrumbada -cayó la semana pasada-, manchas de humedad por doquier y 118 cristales opacos en lo que deberían ser las pasarelas transparentes del yacimiento. «No vamos a sufrir otro invierno de goteras, que hasta las cisternas romanas se llenaron. El patrimonio no se cuida sólo para 2012 sino para todos los años», sentencia el responsable.