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Obama arranca 16.300 millones a BP
La petrolera británica creará un fondo para los damnificados después de renunciar a repartir dividendos entre sus accionistas
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarPor fin Barack Obama pudo ayer apuntarse un triunfo en el espinoso tema del vertido de petróleo en el golfo de México. Sentado por primera vez cara a cara con los ejecutivos de BP en la Casa Blanca, el presidente les arrancó un acuerdo para depositar 20.000 millones de dólares -16.300 millones de euros- en un fondo para compensar a las víctimas que será gestionado por una tercera parte independiente, así como 100 millones de dólares -81,5 millones de euros- para los trabajadores de la plataforma que han perdido su empleo.
La responsabilidad de gestionarlo ha sido ya adjudicada a Kenneth Feinberg, un hombre de gran prestigio por su labor en el fondo de compensaciones del 11-S y en la supervisión de la entrega de bonos por parte de los bancos que obtuvieron ayudas del Gobierno.
«Las víctimas pueden quedarse tranquilas de que tienen verdadera ayuda en camino con alguien que es tan justo, diligente y comprensivo como Ken Feinberg al frente de este fondo», comentó satisfecho el senador demócrata por Nueva York Chuck Schumer. «Hizo un trabajo extraordinario por las familias de los que murieron en el 11-S y recibió halagos de todas las partes. Estoy convencido de que Feinberg completará su misión con la gente del Golfo de la misma manera». Obama prometió que lo hará de forma «justa y diligente» y que una comisión de tres miembros revisará las solicitudes que sean denegadas.
Ejercicio de humildad
La cifra de los 20.000 millones responde a las peticiones más altas de los congresistas demócratas y supone casi el doble de los dividendos que BP planeaba repartir entre sus accionistas este año a final de verano. Al término del encuentro el presidente de BP, Carl-Henric Svanberg, anunció que «no habrá más reparto de beneficios».
Aprovechó la oportunidad para hacer un ejercicio de humildad para calmar la furia de los estadounidenses con la compañía británica responsable del mayor vertido de petróleo en la historia del país. «Pido disculpas al pueblo norteamericano en nombre de todos los empleados de BP, muchos de los cuales viven en el golfo», entonó. «Gracias por vuestra paciencia. A través de nuestras acciones y compromisos esperamos con el tiempo recuperar vuestra confianza». Svanberg dijo entender que las palabras no son suficientes y que serían «juzgados por nuestras acciones».
Tiro de gracia
Obama le había cogido en privado para advertirle de que para muchas familias «esto no es cuestión de dólares y centavos», sino que el desastre les asesta el tiro de gracia tras sobrevivir las catástrofes de los huracanes 'Katrina' y 'Rita', y la peor crisis económica desde la Gran Depresión. «Ésta era la temporada en la que por fin iban a recuperarse», se lamentó. Svanberg le prometió no perder eso de vista. Para el presidente de BP, el mandatario «está frustrado porque se preocupa por la gente corriente, como nosotros», contó. «Hay empresas avariciosas que no lo hacen, pero ése no es nuestro caso».
Queda por definir cómo y cuándo depositará la empresa el dinero de ese fondo, que no le exime de otras compensaciones ni impedirá a quienes lo reciban demandarla en los tribunales. Los detalles deben ser complicados, porque la reunión se prolongó más de dos horas de lo previsto. BP ha perdido casi la mitad de su valor en Bolsa en los dos meses que dura la catástrofe, motivo porque el mandatario expresó con firmeza su confianza en la solvencia de la empresa. «Es una empresa fuerte y solvente, y va en nuestro interés que siga siéndolo», advirtió Obama.