UN ACUERDO NECESARIO
Ya vale de cálculos partidistas, ahora toca calcular empleos
Actualizado:El Gobierno de Rodríguez Zapatero aprobó ayer por decreto la reforma laboral. Los sindicatos aseguran que es un «atropello inútil que empeorará la situación de la economía». Para los empresarios, «no satisface las necesidades de la economía y no va a crear empleo». ¿Qué deberían hacer ahora los partidos de la oposición? Si tú quieres diez y te dan cinco, ¿qué es mejor, quedarse con los cinco o rechazarlos por no ser los diez? Es un buen dilema de difícil solución. Pero hay algo muy claro. Lo que no pueden hacer el resto de los partidos es torpedear la propuesta gubernamental sin ofrecer una alternativa que sea aceptable para todos, para ellos y para el Gobierno.
Lo segundo claro es que la referencia y el objetivo no deben situarse en el ámbito de la política, ni el tiempo en el calendario electoral. Hay que ponerlo todo al servicio de la economía. Un decreto no sirve por sí solo para crear empleo, pero si puede facilitar el que los empresarios lo hagan. Agotado el tiempo de los agentes sociales, los partidos, al menos el PP, CiU, el PNV y los canarios tienen la obligación de buscar un acuerdo con el PSOE. Su terreno de juego es más amplio y está menos encharcado. En esta materia, tienen intereses mucho menos contradictorios y enfrentados que los empresarios con los sindicatos. Y, si carecen de ideas, disponen de multitud de referencias exteriores para delimitar los perfiles de la reforma laboral.
Ponerse de acuerdo no es una opción, es ante todo una necesidad urgente. Ya vale de cálculos partidistas, ahora toca calcular empleos. Por eso, contra el compromiso gubernamental de un diálogo abierto y de una postura flexible, los partidos, al menos los citados, tienen la oportunidad de proporcionar un acuerdo conjunto. Harían un gran servicio al país y recuperarían una parte del inmenso caudal de credibilidad que han perdido ante los ciudadanos.