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Forlán celebra junto a Pereira el primer tanto del partido. :: AFP
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Forlán guía a un gran Uruguay

Sudáfrica se despide prácticamente de su Mundial y ya sólo le vale vencer a Francia y esperar una carambola para pasar a octavos

FERNANDO ITURRIBARRIA
PRETORIA.Actualizado:

Diego Forlán silenció las vuvuzelas. Parecía misión imposible acallar las trompetas de plástico, cuernos de la abundancia sonora. Pero dos goles del delantero del Atlético de Madrid, como en la final de la Liga Europa, acallaron las trompetas de plástico. Un tanto de Álvaro Pereira rubricó en los estertores una goleada por 3-0 que deja a Sudáfrica al borde de convertirse en la primera selección anfitriona eliminada en la fase de grupos de un Mundial.

La victoria coloca a Uruguay prácticamente en octavos de final y obliga hoy a Francia a no perder ante México para continuar en liza. Sudáfrica, que terminó con diez por expulsión de su portero a falta de un cuarto de hora, sucumbió al poderío del pichichi charrúa en el día festivo que conmemoraba el martirio de su juventud negra bajo las balas racistas del 'apartheid'.

El Cachabacha, el héroe del Calderón, se movió como pez en el agua entre las líneas de los Bafana Bafana, incapaces de conservar la pelota y de combinar más allá de tres pases. Incomensurable al mando de sus huestes, el capitán Forlán lanzó a los puntas, controló, aceleró y dio el tempo conveniente a cada secuencia además de ser el encargado de sacar los córners y los golpes francos.

A los 24 minutos enganchó un trallazo parabólico desde 25 metros que se coló ajustado al travesaño de un sorprendido Khune tras ser desviado por la espalda de su capitán, Aaaron Mokoena. Por el mismo lugar quitó las telarañas del otro larguero en la segunda pare al transformar el penalti que le costó la expulsión al joven 'Itu', que cumplirá 23 años el próxiko domingo y que podría decir adiós ya al Mundial si como todo parece su equipo no se clasifica, ya que estará sancionado en el vital partido ante Francia.

La calificación virtual, aún no matemática, premia la valentía Oscar Washington Tabárez. Tras año y medio de jugar con tres centrales y dos carrileros, el técnico charrúa abandonó esta peculiaridad uruguaya y pasó a una defensa clásica de cuatro hombres en línea. Maxi Pereira reculó al lateral derecho, Fucile entró en el once titular para ocupar en la otra banda la función que ejerce en el Oporto y el central Victorino salió del equipo.

El cambio del dispositivo defensivo obedeció a la baja de Nicolás Lodeiro, suspendido a causa de su expulsión minutos después de entrar en la segunda parte contra Francia. La otra novedad de entrada fue Edison Cavani, el joven delantero de 22 años del Palermo, que formó dueto atacante con Luis Suárez con Forlán libre de movimientos a sus espaldas. Los sudafricanos acusaron el peso de la responsabilidad y de jugar el Mundial ante su afición. Carlos Alberto Parreira ha intentado inculcarles el gusto por el balón, a mimarlo y moverlo rápido, a intentar el uno contra uno. Pero sobre un césped habituado a las melées del rugby, su prestación adoleció de confusión y falta de cohesión. En técnica y habilidad, las facetas del manual del técnico brasileño, fueron ampliamente superados por los aventajados pupilos del maestro Tabárez.Pecaron de inocencia, nervios e imprecisión. Sin capacidad de reacción, estuvieron agarrotados y torpes a imagen de Steven Pienaar que perdió las dos botas en sendos lances. Acabaron hundidos mientras su afición abandonaba los graderíos del estadio Losftus Versfeld de Pretoria. El silencio se hizo en Vuvuzelandia.

Ahora Uruguay con tan sólo empatar ante México en la última jornada tendría casi asegurado el pase a octavos. Sudáfrica, sin embargo, debe de vencer a Francia y esperar que el resultado del otro partido le favorezca para poder firmar una complicada clasificación con tan sólo cuatro puntos.