españa ante la crisis

El PSOE abre la puerta a que la reforma laboral se tramite como proyecto de ley

El Gobierno abre los contactos con los grupos en busca de apoyos al texto que sacará adelante el Consejo de Ministros del miércoles

MADRID Actualizado: Guardar
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El Gobierno podría ampliar el plazo para negociar con los partidos políticos la reforma laboral que este miércoles aprobará en Consejo de Ministros. Aunque no hay anuncio oficial, la dirección del PSOE ha señalado que asume como suyo el documento del Ejecutivo y que está abierta a que se tramite como proyecto de ley y no como decreto ley. De esta forma, los grupos parlamentarios podrán introducir cambios y seguir negociando con el Ejecutivo. Se pospondría seguramente hasta el próximo periodo de sesiones la aprobación definitiva de la nueva norma. Así lo ha señalado que la secretaria de Organización del partido, Leire Pajín, que ha calificado la propuesta como de calado, profunda y equilibrada.

Pajín se ha expresado en estos términos en una rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE, que ha presidido en Ferraz el secretario general de los socialistas y jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. Durante este encuentro, según ha asegurado Pajín, la dirección federal de los socialistas ha calificado como "tremendamente positiva" la propuesta del Gobierno, al estimar que será "una de las más profundas" de todas las llevadas a cabo hasta ahora y, al mismo tiempo, equilibrada con los tiempos actuales.

El Gobierno aprobará el decreto ley el próximo miércoles después de "agotar hasta el último minuto" el diálogo social y, presumiblemente, el texto se someterá a la convalidación del Congreso el día 22, aunque los diputados podrían acordar su tramitación como proyecto de ley, algo a lo que el PSOE en principio no se opone. Los socialistas consideran que la propuesta del Gobierno recoge numerosas medidas que patronal y sindicatos han ido poniendo sobre la mesa en los últimos tiempos y confían en obtener el máximo consenso de los grupos parlamentarios.

"Agotados todos los esfuerzos para llegar a un acuerdo (en el diálogo social), ha empezado el tiempo de la verdad", en el que el Gobierno va a asumir su responsabilidad, porque no hay espacio "para medias tintas, ni para parches", ha indicado.

Contactos con los grupos

En busca de apoyos parlamentarios, el Gobierno ha comenzado su ronda de reuniones con los grupos sabiendo que habrá huelga general porque ya lo han confirmado los sindicatos. Tanto Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), como Izquierda Unida (IU) e Iniciativa per Catalunya-Els Verds (ICV) habían manifestado que votarán en contra. Sin embargo, los republicanos catalanes podrían modificar el sentido del voto.

El secretario general, Joan Ridao, ha mostrado la predisposición de su partido a apoyar el texto por la necesidad de "cambios estructurales", pero este apoyo queda condicionado a que sirva sobre todo para facilitar la entrada y no la salida del mercado de trabajo. Según ha indicado Ridao en la rueda de prensa posterior a la reunión de la comisión permanente de ERC, su partido sigue considerando como "un punto de partida estimable" el documento surgido de las negociaciones con sindicatos y patronales, pero advierte sobre ciertas interpretaciones que se hacen de un aspecto como el de abaratar los despidos que Esquerra rechaza.

Aunque el viernes el Gobierno creía contar con el apoyo de PP, CiU y PNV para poder convalidar el texto en el Congreso el día 22 de junio, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha señalado que sólo apoyarán aquellas reformas laborales que sean buenas para los trabajadores.

De Cospedal ha asegurado que su partido acudirá a la reunión con el Gobierno sin líneas rojas, si bien ha pedido más concreción, ya que en el documento que se les ha remitido reina "la confusión". La número dos ha destacado que ese texto "no trata con profusión" algunos aspectos esenciales de lo que, a su juicio, debe ser una reforma laboral "completa". Así, ha reiterado algunos de los aspectos básicos para su partido: una negociación colectiva "a ras de empresa" que tenga en cuenta la necesidad de flexibilidad de los empresarios y de estabilidad para los trabajadores.

También ha reprochado que en el documento no se mencionen algunos otros asuntos que se prevén fundamentales, como las causas objetivas de despido. Con todo, ha insistido De Cospedal, el PP acudirá mañana con "muy buena disposición a escuchar" lo que quiere que sea una "propuesta definitiva".