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Monseñor José Mazuelos posa en su balcón hace un año, el mismo día en que fue presentado. :: LA VOZ
Jerez

Los hombres de Mazuelos

La nueva curia que tomará posesión el martes desvela, un año después del inicio de su mandato, el estilo del obispo

GABRIEL ÁLVAREZ
JEREZ.Actualizado:

Trae el verano a Bertemati el menudeo de visitas que, a demanda del obispo a diferencia de lo que es habitual, va otorgando nuevos destinos o responsabildades a los sacerdotes de la Diócesis de Asidonia-Jerez. Ha pasado un año de la toma de posesión de José Mazuelos como pastor diocesano y, ahora sí, el estilo del nuevo ordinario del lugar cobra enteros de la mano de unas decisiones que marcarán su episcopado naciente.

Los traslados de curas a parroquias nuevas o la confirmación o relevo de delegados que comienzan a vivirse estos días no son, a partir de ahora, sino la estela de una visión pastoral que comienza a evidenciarse desde la plataforma de una nueva curia diocesana que tomará posesión este próximo martes día 15 de junio. Ellos son los hombres de Mazuelos y dan asiento a la proyección de futuro de la Iglesia local.

Federico Mantaras, Diego Valle, Francisco Fuego y Miguel Ángel Montero fueron nombrados, en mayo pasado, nuevos vicario general, vicario de Pastoral, vicario de Economía y secretario general-canciller. Y, para empezar, suponen una bajada de la media de edad que sorprende en un clero en el que son multitud los mayores, muchos de ellos en una brecha verdaderamente heróica aunque con escasas posibilidades de relevo.

Tras Consejo del Presbiterio

El pasado miércoles tuvo lugar una reunión del Consejo del Presbiterio, instancia consultiva del obispo, que se erigía en la última de este órgano antes de la toma de posesión de la nueva curia, cuyos miembros habrán de pasar a ocupar los puestos natos que les corresponden y que, en esta reunión, aún mantenían los anteriores sacerdotes con estas responsabilidades: Domingo Gil como vicario general y José Palomas como vicario de Pastoral.

Ambos saldrán del Consejo al ser sucedidos en sus cargos por Mantaras y Valle, nuevos vicario general y vicario de Pastoral. Los sustitutos eran ya miembros del Consejo del Presbiterio, el primero en virtud de su cargo nato como secretario general que ya era y el segundo electo por la Zona del Litoral. Otro de los cargos natos está ocupado por Francisco Fuego, que al repetir como vicario de Economía mantiene su puesto en el Consejo.

A ellos se sumará Miguel Ángel Montero, que ocupará cargo nato cuando tome posesión de su nueva responsabilidad como Secretario General. Es uno de los exponentes más claros de una renovación evidente, por ser de los que acceden por primera vez a la Curia y por su edad, apenas 34 años. En los cuarenta y pico están tanto Mantaras (43) como Valle (48), jóvenes aún si se considera los galones que suponen las vicarías que asumen.

La veteranía es un grado

Pero no sólo de frescura se ha rodeado Monseñor Mazuelos en este senado de notables y, como ya hiciera rejuveneciendo la media de edad de los canónigos de la Catedral poco antes aunque reconociendo a algún veterano, también la Curia se reserva a un viejo conocido del clero diocesano: Francisco Fuego. El párroco de Las Nieves fue la persona designada por el antecesor del obispo para hacerse cargo de la economía.

Juan del Río lo vio claro y Fuego, renovado ahora en su responsabilidad a los 74 años, afrontó la fecunda labor de habilitación de infraestructuras como la nueva Casa de la Iglesia o, más reciente, la Casa Sacerdotal. Pues llega Mazuelos al punto de tomar decisiones y no encuentra relevo mejor. La veteranía es un grado aunque, felizmente, no porque falten quienes vengan detrás con la capacidad y juventud que la Iglesia necesita.