represión en irán

Detenidas cerca de 900 personas durante el tenso aniversario de la polémica relección de Ahmadineyad

La presencia policial impide que se repitan las multitudinarias protestas de hace un año contra el "fraudulento" resultado electoral

TEHERÁN Actualizado: Guardar
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Alrededor de 900 personas han sido detenidas en Teherán en las últimas horas durante la conmemoración del primer aniversario de la controvertida reelección del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.

Fuentes de la oposición, próximas al candidato reformista Mehdi Karrubí, han precisado que cerca de un centenar de personas han sido puestas en libertad al poco tiempo de ser detenidas, después de ser identificadas y registrados sus nombres en comisaría. Sin embargo, se desconoce el paradero de una treintena de arrestados.

Pese al enorme despliegue policial, diversos grupos trataron de manifestarse este sábado en varios puntos de Teherán y otras grandes ciudades como Isfahan y Mashad. En la capital se registraron varios enfrentamientos, en los que se efectuaron incluso disparos al aire, en zonas del centro y aledañas a la Universidad de Teherán, donde grupos de estudiantes trataron de protestar.

Miedo a otra cruenta represión

Querían repetir lo que protagonizaron cientos de miles de personas en junio de 2009, cuando salieron a las calles de Irán para protestar contra la reelección de Ahmadineyad, que la oposición denunció como "fraudulenta". En la cruenta represión de las protestas perdieron la vida cerca de 70 personas, según la oposición -una treintena de acuerdo con el Gobierno-, y miles más fueron arrestadas.

Desde entonces, alrededor de un centenar de partidarios de la oposición, entre ellos ex miembros del Gobierno reformista, han sido condenados a diversas penas de cárcel, e incluso a la horca, acusados de participar en una presunta conspiración urdida desde el exterior para derrocar el régimen.

Los líderes opositores habían convocado una movilización para este primer aniversario, pero lo cancelaron tras conocer que las autoridades les habían denegado el permiso y temer un nuevo derramamiento de sangre.