Berlusconi define al jefe del Ejecutivo español como «un santo»
ROMA. Actualizado: GuardarEl primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, tardó un poco en decir una tontería, pero al final la dijo. No puede pasar un día sin ampliar su repertorio con algún nuevo 'gag'. Tras la comparecencia ante la prensa que ofrecieron él y el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, sendas declaraciones oficiales sin preguntas, el primer ministro italiano se despidió de su homólogo español estrechándole la mano: «Le saludo como se saluda a un santo, porque viene de ver al Papa y está en una situación de gracia absoluta». Hubo risas, aunque no es seguro que el presidente español, que siguió el acto con traducción simultánea, comprendiera bien a su anfitrión.
Luego Berlusconi se fue, dejando a Zapatero en la sala, y se creó cierta confusión, pues se suponía que cada uno iba a responder a dos preguntas y sólo después el jefe de Gobierno español fue quien se quedó para explicar su entrevista con el Papa. O fue un error o al 'Cavaliere' no le apetecía hablar de la polémica 'ley mordaza' que restringe la publicación de escuchas telefónicas en la prensa.
Zapatero, un poco perplejo, al final optó por salir también de la sala. Poco después regresó para contestar dos preguntas y hablar de su entrevista con Benedicto XVI. La anécdota apareció rápidamente en los diarios digitales italianos de forma crítica. 'Descortesía de Berlusconi a Zapatero: lo deja solo en la rueda de prensa', decía 'La Repubblica', el principal diario de oposición. El 'Corriere della Sera' señalaba que 'Berlusconi 'abandona' a Zapatero'. Según fuentes del Gobierno italiano, todo fue un malentendido sobre cómo organizar el asunto, surgido en realidad de la necesidad de Zapatero de hacer una rueda de prensa aparte sobre su cita con el Papa sin ofender al Vaticano.