Valiente Souza

El presidente más breve de los últimos años en el Xerez, Federico Souza, se ha ido. valiente papeleta para sus incondicionales. Dejó una estela de frases inconexas, y una sentencia histórica: «Por plata no va a ser, la plata no es problema». Efectivamente, la plata no era el problema, sino la solución. Una solución que nunca tenía en los bolsillos. También era un problema para él la presencia jurídica en el club, lo que le hacía estar «vigilado» en movimientos que pondrían en riesgo la entidad. Es más, ya no se iban a permitir más operaciones dudosas como el caso «Alustiza y Vigneri».

La marcha de Souza y la presión de la mayoría han provocado que se cierre otro ciclo, el de Monterrubio, Rondán, Poyatos y Jacobo en el club. Era lo lógico, pero antes debían salir los argentinos, que en vez de poner plata pretendían subvenciones en especie, en forma de terrenos para una también presunta Ciudad Deportiva. Nunca se va a valorar lo suficiente el trabajo de Rondán y Poyatos en el Xerez Deportivo. Un Rondán que ha sido el Hierro del Xerez (el papel de Baresi, para Ravelo), y que hasta se tuvo que sentar en la «silla eléctrica» del banquillo porque ningún entrenador quería venir aquí hace tres años. No fue un ataque de vanidad, fue pura necesidad. Poyatos hizo una labor sorda y muda, sin fotos de por medio. Jacobo, sin presupuesto, hizo lo que le dejaron. Quien tira el penalti es el que se equivoca y el fútbol no tiene memoria. Monterrubio, con más claros que sombras, al menos mantuvo al equipo en el fútbol profesional hilando en los despachos.

Hoy suena Viqueira como director deportivo, sería un buen plan, para empezar a redefinir el concepto de club. Su jerarquía en el entorno es plena. Sólo falta atar a Néstor Raúl Gorosito, que pide la luna. Pero aquí lo mismo se la damos, estamos enfermos de mitomanía.