Recetas bicentenarias, un tesoro aún por descubrir

Los gaditanos ya pueden contemplar las joyas, sobre todo pictóricas, que guardaban los hemanos Aramburu Picardo en su finca de la Plaza de San Antonio. No obstante, todavía existe un tesoro inédito en el seno de la familia, ahora custodiado por Cristo Temblador, una de las siete empleadas de la familia. Se trata de una importante colección de recetas culinarias cuyo origen se remonta a principios del siglo XIX. Son platos de los afrancesados que han pasado de generación en generación a lo largo de estos dos últimos siglos y que en su día fueron custodiados por María Luisa, la menor de los tres hermanos Aramburu Picardo. Ella fue quien enseñó a cocinar a Cristo, que llegó a la residencia cuando contaba 14 años. Ahora, ella atesora estas recetas a la espera de que llenen las páginas de un libro algún día. «Todos me dicen que lo escriba», explica mientras recuerda con una sonrisa que fue su señora quien le enseñó cuando era joven a pronunciar correctamente la palabra ragú (del francés 'ragoût').