«Desarrollar una vida literaria era una salida natural a mi gusto por la lectura»
La autora recala mañana en Cádiz para presentar la obra que ha encumbrado su carrera, 'El tiempo entre costuras' María Dueñas escritora
CÁDIZ.Actualizado:Utilizando el símil deportivo, María Dueñas (Puertollano, 1964) es la estrella revelación de la temporada. En su estreno en la primera división editorial se ha encaramado a la primera posición y de ahí no hay quien la baje. Escribir, dice esta profesora de Universidad, madre de familia y superventas, era «una salida natural». Gracias a su talento y a una rigurosa preparación se ha alzado con un título para la historia. 'El tiempo entre costuras' es un retrato, mezcla de realidad y ficción, de la Guerra Civil y la II Guerra Mundial, un relato del mundo de las altas esferas, de las grandes fiestas y los salones de alta costura en contraposición a la sordidez de las clases medias y la miseria de los barrios bajos. Madrid, Tetuán, Tánger y Lisboa son sus escenarios. Hoy, su autora, está en Cádiz para participar en un nuevo encuentro con el CAL.
-El último escritor que visitó la Biblioteca Provincial invitado por el CAL fue Pere Gimferrer. Es por ponerla en situación. ¿Se imaginaba hace un par de años que iba a participar de estos encuentros?
-Ni dos, ni uno. Yo no tenía ni idea de la evolución que iba a tener mi primer libro. La editorial y yo lo hemos acogido con mucho entusiasmo, porque entendemos que en un sector tan competitivo como es el editorial, y en tiempos de crisis, vender 300.000 ejemplares es un sueño.
-Desmitifique, por favor: las mujeres hacen literatura para mujeres y un buen escritor lo es desde muy joven.
-¡Claro que son mitos! Es verdad que las mujeres volcamos nuestra manera de ver las cosas en nuestra literatura, pero también es cierto que muchos hombres piensan igual. Yo tengo muchísimos lectores. En cuanto a lo de la edad, a mí me dio por escribir pasado los cuarenta. Siempre he sido muy lectora, pero hasta ahora no he podido dedicarme a escribir. Lo he hecho cuando he tenido la vida estabilizada, cuando mis hijos han sido mayores y ya he llegado a lo que quería en mi profesión.
-Dice que a los 40 pero, ¿cómo siente uno la llamada de la vocación?
-La carrera de un profesor universitario es como una carrera de obstáculos, pero yo ya los había superado. Desarrollar una vida literaria era una salida natural, fruto de mi trabajo y mi gusto por la lectura. No fue un momento, sino una época en la que sentí que ya podía sentarme a escribir.
-¿Recibió algún consejo?
-Yo soy francotiradora, no tenía ni idea ni contacto editorial alguno. Apenas conocía a escritores.
-En su caso, ¿que necesitó para elaborar 'El tiempo entre costuras'?
-Mucha documentación y tener una estructura muy detallada. Lo programé todo perfectamente. Soy muy puntillista y organizada, las técnicas de mi vida académica las trasladé luego a la ficción. Sabía perfectamente donde me iba a meter y tuve el cuerpo de la novela presente en la mente durante todo el tiempo. La verdad es que no me solté la melena.
-Igual de claro tenía que Sira Quiroga iba a ser la protagonista y que iba a ser contado en primera persona.
-La voz la tenía clara, no tanto el personaje. Al principio rescaté del olvido a Rosalinda Fox y Beigbeder, pero tuve reparos. Son personajes reales de los que conocía mucho pero se me obligaba a reinventarlos y me pareció irrespetuoso. Entonces pensé en un personaje que me sirviera para mezclar realidad y ficción. Sira empezó a coger peso en la historia y se convirtió en protagonista.
-¿¿Es la protagonista una heroína?
-No una heroína clásica. No es una mujer echada para delante ni aguerrida, pero la vida le pone muchos quiebros y para sobrevivir tiene que aferrarse con uñas y dientes.
-¿Hay muchas Siras hoy en día?
-Hay muchísimas mujeres que sacan fuerzas de donde creen que no la van a tener y que tienen gran afán de superación.
Sólo un escenario
-Es de reconocer una novela sobre la Guerra Civil que no destile, ni mucho menos, se decante por alguno de los bandos.
-No quería hacer una novela de la Guerra Civil, sino que sirviera de escenario. Sira no estaba implicada en las luchas políticas y yo conseguí poner distancia. Hice un esfuerzo por no caer en eso.
-Entonces, ¿qué objetivo se marcó antes de escribir la obra?
-Al principio, sólo tenía el escenario, el Protectorado español en el Norte de África. Quise recuperar escenarios coloniales. La literatura española no es como la de Francia (Indochina) o Inglaterra (Memorias de África, El paciente inglés), aquí no hay tradición de recuperar la presencia de nuestra cultura en otros países. También quise retratar todo lo que de atroz tuvo la Guerra Civil y cómo mientras los españoles intentaban vivir día a día, estalló otra guerra, También estaba olvidada o poco conocida por los españoles. Esta novela es un medio para la evasión y a la vez es pedagógica.
-Una curiosidad, la protagonista es una modista, ¿Sabe usted también tanto de costura?
-(RISAS). No, eso ha sido fruto de la documentación. De pequeña iba mucho a las casas de las costureras y por eso sé algunas palabras técnicas, pero no como para saber lo que es un Delphos.
-Precisamente el 9 de junio se cumple el aniversario del lanzamiento del libro, 300.000 ejemplares vendidos, ¿un buen libro es el que se lee mucho?
-No necesariamente. En mi caso ha funcionado por el boca a boca y por el entusiasmo de los lectores, Pero la verdad es que a veces hay fenómenos literarios que son bluf y libros maravillosos que pasan desapercibidos.
-Para no ponerla en un compromiso, dígame un libro maravilloso que haya pasado desapercibido.
-Uff, ahora no puedo pensar, he leído miles. La verdad es que los que están compitiendo conmigo ahora mismo son bastante buenos.
-Entonces recomiende alguno de esos.
-'El asedio', de Arturo Pérez Reverte.
-No vaya a fallar el penalti...
-Bueno pues 'La estrategia del agua', de Lorenzo Silva.
-Y usted, ¿anda en algún otro libro?
-Sí, lo tengo pensado, lo que no tengo es tiempo. Quiero hacer algo totalmente diferente en temática, pero que sea igual de ágil, ameno, que sea una historia de encuentros y desencuentros y que guarde muchas sorpresas.
-De profesora de Universidad a superventas, ¿le cambiarán los premios y reconocimientos?
-Sigo siendo la misma, sigo con mis cosas, lo único que ahora voy más acelerada, como cualquier madre de familia y profesional. No tengo marcado como objetivo ningún premio, ya veremos. Por ahora voy paso a paso, cada nueva edición, cada buena crítica o entrevista es una alegría.