PULSO AL MINISTRO
IGNACIO MORENO BUSTAMANTE Actualizado: GuardarAjustar el presupuesto del plan de infraestructuras de todo un país no debe ser cosa fácil. Rehacer en apenas unos días los planes previstos para los próximos dos años, reduciendo la inversión inicial en 3.500 millones, debe ser un marrón para echarse a temblar. No me gustaría estar en el pellejo de ese técnico del Ministerio, que probablemente lleva sin apenas dormir y comiendo en la oficina desde hace diez días. De él depende la próxima -la enésima- marejada política. En apenas unos días sabremos exactamente cómo se reducen las obras en toda España y las reacciones no se harán esperar. Todos los alcaldes montarán en cólera porque les han paralizado tal o cual carretera o la tan esperada estación de trenes del pueblo.
Aquí, lógicamente, estamos expectantes ante lo que pueda ocurrir, sobre todo, con el segundo puente. Un viaducto que iba tan bien que estaba claro que algo tenía que pasar. No podía ser verdad tanta eficiencia, celeridad y buen hacer por parte de todos los implicados. Y, a día de hoy, está en 'standby'. Desde el Ministerio que comanda uno de los -aparentemente- más eficientes dirigentes del PSOE, se afirma que nada se ha parado, pero lo cierto es que hoy apenas nadie va a ir a trabajar ni a la Cabezuela ni a la rotonda de El Corte Inglés. La empresa encargada de la obra, Dragados, está a la espera de que ese funcionario acabe el documento de 'excell' en el que se decide el futuro a medio plazo de las obras. Cuando lo finiquite sabrá exactamente a qué atenerse. De momento ha comunicado a las empresas que tiene subcontratadas que no hay un duro, y una de ellas, la que más trabajadores aporta, ha dado vacaciones a todo el mundo, en lo que es un pulso evidente al ministerio. No me pagan, no hay puente. Podríamos discutir si es más o menos ético, sobre todo teniendo en cuenta que Dragados es una empresa que factura miles de millones. Pero es lo que hay en unos tiempos en los que, más que nunca, cada uno mira por lo suyo.