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Adiós, mundo virtual
La nueva moda de Internet es darse de baja de las redes sociales mediante webs que organizan suicidios 2.0
Actualizado: GuardarSi lo primero que hace en cuanto llega a la oficina es actualizar su estado; si siente escalofríos cuando no puede resumir su día en un twitt de 140 caracteres o menos; o si en lugar de llamar a su pareja para invitarla a cenar crea un evento, significa que su vida 2.0 se ha descontrolado. Ese álter ego suyo que vive eternamente online tiene que desaparecer. Puede cancelar su perfil en Facebook, Twitter, MySapce o LinkedIn sin más, pero quizá le apetezca despedirse del ciberespacio de una forma mucho más radical, mediante el suicidio virtual.
Esa es la posibilidad que ofrecen portales de Internet como seppukoo.com y suicidemachine.org. Mediante un servicio automatizado, ambas webs borran a conciencia todo rastro del interesado en la red social que utilice y evitan que estas plataformas almacenen los datos en sus servidores, lo que no se consigue cuando el usuario da de baja su cuenta de forma manual. Las dos iniciativas nacieron a finales de 2009 con el objetivo de denunciar que las redes sociales sacan provecho de la información de sus usuarios y de exponer lo complicado que es darse de baja de sus servicios.
Para suicidarse desde estas páginas, sólo es necesario acceder con su nombre de usuario y contraseña y escribir un mensaje de despedida u obituario. Después, la web enviará sus últimas palabras a todos sus contactos, desactivará su perfil virtual y creará una página en recuerdo del finado. En Seppukoo -que toma su nombre del ritual de suicidio que los samuráis japoneses llevaban a cabo para recuperar el honor perdido- hasta se pueden visitar estos 'cementerios virtuales' y dejar mensajes de condolencia a los amigos que hayan pasado a mejor vida. Por si algún usuario se arrepiente, esta web, que es obra del grupo de artistas italianos Les Liens Invisibles, da la posibilidad de 'resucitar' la identidad del ajusticiado en Facebook, la única red social en la que, de momento, trabaja.
Mucho más radical es Suicide Machine. Los perfiles eliminados de Facebook, Twitter, MySpace o LinkedIn, nunca se podrán recuperar. La página, creada por Moddr, un laboratorio artístico de Rotterdam, promete reducir a 52 minutos el proceso de cancelar un perfil, algo que, si se hace manualmente puede llegar a alargarse más de nueve horas. Elimina, paso a paso ,cada foto, amigo, vídeo o dato del usuario.
En poco más de seis meses, Seppukoo y Suicide Machine han logrado convencer a decenas de miles de usuarios de mandar su perfil virtual a mejor vida. Obviamente a los creadores de las redes sociales no les ha gustado nada el invento. Aunque los responsables de MySpace y LinkedIn aún no se han pronunciado al respecto, Facebook y Twitter ya han bloqueado el acceso a su página desde los proyectos de los aspirantes suicidas. Alegan que estas webs incurren en el delito de phishing, o lo que es lo mismo, que se apropian de los datos de los clientes con fines maliciosos. Desde su página, el personal de Seppukoo rechaza la acusación y tras desarrollar una estrategia legal para poder seguir con su actividad, continúan con este servicio. Suicide Machine también sigue 'cargándose' cuentas de usuario. Eso sí, siempre a petición del interesado.