NO PASA NADA

Aunque no entraba dentro de mis cálculos perder ante la Real, lo cierto es que jugando ante el líder de la categoría era una posibilidad que tenía más fuerza que ante otros rivales pasados. Pero lo que si que no podía pensar, ni en mi peor pesadilla, es que perdiésemos de la manera que lo hicimos. Creo que ni el equipo donostiarra pensaba antes de jugar que ganaría el partido más por deméritos ajenos que por méritos propios. Nunca supimos cómo jugar y ante una Real Sociedad muy bien colocada atrás, nos empeñábamos en entrar por el centro. Bueno, dejémoslo en intentarlo, ya que no lo logramos prácticamente nunca. De todas maneras, me niego a pensar en el pasado (la Real ya lo es), sobre todo porque siguen viniendo curvas en el futuro. Un futuro que yo al menos lo sigo viendo emocionante y con sufrimiento, pero accesible aún. Dentro de lo que cabe la jornada no fue tan sumamente mala como podía haber sido. Incluso el empate al final del Huesca no es tan dramático, casi no hay diferencia entre sumar uno o ningún punto. También de haber perdido el equipo de Calderón, tendríamos que ir allí a jugárnosla, así que da igual que puntuasen ayer. Del resto de equipos de abajo, ninguna novedad, lo esperado. Como ya presuponía, el Murcia ganaría los cuatro que le quedaban, y de momento lleva dos de dos, sino al tiempo. Ahora lo más importante es que este resultado, como ayer en la retransmisión de Punto Radio decía hasta la saciedad Roberto Suárez, no dañe al futuro, anímicamente hablando, de cara a los próximos compromisos. Conociendo al cuadro técnico, estoy seguro de que lo lograrán, pero atentos a ese tema. A pasar página desde ya y olvidar a la Real. ¿La Real? ¿Quiénes son esos? Yo ya ni me acuerdo. A ganar y empatar como mínimo. Y a la afición del Cádiz, viajera donde las haya, que vaya haciendo las maletas para tomar Huesca y que el club haga lo posible y lo imposible por fletar autobuses hasta allí al precio más asequible que se pueda. Y punto.