MALDITO PARNÉ
La grave situación económica ha llevado en 2009 a 13.000 jerezanos a acudir a Cáritas para solicitar ayuda La Junta ha ofrecido a sus empleados de Justicia trabajar horas extra por la tarde; quizá debería haberlo hecho con parados
Actualizado:Todas las noticias que vomitan los noticieros en Jerez tienen el mismo denominador común: el dinero. O más bien su escasez o ausencia. El dinero, el parné, la guita, la pasta, el money, los billetes, el taco, los leuros. «Por plata no va a ser», dijo Federico 'el breve' cuando aterrizó en el Xerez Deportivo procedente de La Pampa. Pues si no ha sido por plata, ¿qué ha pasado Fede? La verdad es que este tipo me pareció desconcertante desde el momento en que se dejó caer por estos lares.
Su aparente caraja monumental, su camarilla, sus trajes de medio pelo, su inexistente pasado como empresario. Finalmente, se nos ha vuelto a quedar una tremenda cara de gilipollas y también una convicción: que Federico 'el breve' tiene menos plata que el que se está bañando, y que se va de Jerez con muy poquita vergüenza y habiéndose conocido hasta el cuarto de contadores de la Oxi y del Bereber con su inseparable amigo Martín. Y aquí se queda el club, tirado como una colilla, a expensas de que el Espíritu Santo venga a hacer un milagro. Maldito parné.
La crisis según Cáritas
Lo del Xerez Deportivo, sin embargo, no es ni por asomo lo más grave que está sucediendo en esta ciudad en los últimos tiempos. Hay un sentimiento en juego y muchos aficionados a los que les duele una barbaridad asistir a este espectáculo, de acuerdo. Pero lo verdaderamente sangrante son noticias como que en nuestras calles se ha multiplicado por tres el número de familias que necesitan ayuda para poder comer todos los días. Hubo un tiempo en el que pensamos que estas penurias que recuerdan a posguerras y tiempos de depresión en blanco y negro habían pasado.
Nada más lejos de la realidad. Cáritas atendió en 2009 a más de 13.000 personas en Jerez que acudieron a esta institución para poder atender sus necesidades básicas, esto es, comida y ropa. Maldito parné.
La cifra, ya de por sí escalofriante, toma aún mayor dimensión cuando comprobamos que es tres veces superior a la cantidad de asistencias del año anterior, y aún más terrible cuando nos dicen que este año, en este 2010, los números están engordando aún más. Según los voluntarios de Cáritas, se ha observado además un cambio más que notable en el perfil de las personas que acuden a pedir ayuda. Ahora son familias enteras, hasta hace unos meses instaladas en la clase media jerezana, que han visto como el paro ha entrado en sus casas y todo se ha ido al carajo. Maldito parné.
Como diría un clásico, no sé a dónde vamos a llegar. Y el problema no es ya sólo quedarse en la calle, sino estar trabajando y no cobrar tu nómina. Este escenario lo hemos visto esta semana en la mayor empresa que tenemos en Jerez por número de trabajadores; el Ayuntamiento. Más de 2000 personas que han cobrado sus salarios en dos entregas y gracias a la ingeniería financiera, más de 2000 personas que durante unos días no han tenido suficiente dinero para pagar la hipoteca, comprar en el supermercado, tomar una cerveza con los amigos o cortarse el pelo.
Y esto es una cadena. Porque ni el banco, ni el supermercado, ni la cervecería, ni el peluquero han recibido ingresos, con lo que tampoco habrán podido hacer los gastos habituales, y así sucesivamente hasta llegar a lo que podríamos denominar la ruina absoluta. Maldito parné. Y lo peor de todo -sí, amigos, sí; esto puede agravarse aún más- es que en menos de un mes nos veremos en las mismas y el Gobierno local ya ha advertido por boca de Casto Sánchez que será «muy difícil» hacer frente a las nóminas de junio y a la paga extra del verano.
La traducción es que si reciben la nómina que se den con un canto en los dientes, pero que la paga doble no la van a ver ni en pintura. Esto es para echarse a temblar. Aunque también tenemos la opción de convertirnos al budismo mahayana, pedir plaza en el monasterio de Drepung, en el Tíbet, y regresar a Jerez sólo en la Feria para hacer un poquito de meditación folclórica. Maldito parné.