El sistema de mallas ya está funcionando y preservará la riqueza de la Laguna de Medina. :: CRISTÓBAL
Jerez

Coto a los invasores de la laguna

La Consejería de Medio Ambiente ha instalado rejillas que impiden el paso a esta especie que merma los alimentos para las aves Un nuevo sistema evita que las carpas acaben con el humedal de Medina

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Las carpas no volverán a invadir la Laguna de Medina. Es el objetivo que se ha marcado la Consejería de Medio Ambiente con la instalación de un nuevo sistema que evita que ni siquiera los alevines y huevos pasen a este humedal, considerado uno de los más importantes de Andalucía.

Es fundamental tratar de impedir que las carpas accedan a la laguna ya que se trata de una especie invasora que estaba causando graves daños en el ecosistema de este enclave protegido. De hecho, el aumento de esta especie invasora ha llegado a provocar una importante disminución del número de aves -muchas de ellas protegidas- que pueblan la laguna ante la merma de alimento. La situación con las carpas llegó a ser tan grave que incluso se barajó la posibilidad de desecar la laguna para acabar con ellas. Finalmente, la comisión técnica de Medio Ambiente se decidió por usar un compuesto que bloqueaba las branquias de los peces como la opción más viable y la menos impactante para el resto del ecosistema.

Para la delegada provincial de Medio Ambiente, Silvia López, «se trata de una actuación vital para la vida de la laguna ya que si no podría perder todos sus valores y las aves terminarían abandonándola. El impacto de las carpas, aunque no sea visible, es gravísimo».

Por culpa del hombre

La presencia de carpas en la Laguna de Medina se debe a una introducción accidental por parte del hombre. Declarada especie invasora en este ecosistema debido a su alta capacidad de adaptarse, vivir, competir y reproducirse en otro lugar distinto a su origen, la carpa produce en estos procesos un efecto negativo sobre el medio, la fauna y la flora. Por ser animales de fondo, remueven el cieno y enturbian el agua. Esto, unido a su herbivorismo, llega a esquilmar la flora subactuática y semisumergida, fundamental para la supervivencia de las aves acuáticas y para la comunidad faunística en general.

Los efectos de las poblaciones de carpa sobre las de aves han sido estudiados ampliamente en España y demuestran que existe una relación directa entre su presencia y la degradación de la comunidad de aves en la zona, por lo que ciertas especies típicas del ecosistema vuelven a instalarse tras la eliminación de esta especie exótica invasora.

La laguna, la más importante de las 14 reservas naturales de la provincia, tiene su mayor interés científico en los grupos de aves que nidifican en ella. Especies protegidas como la malvasía, la cerceta pardilla o la focha cornuda que, junto con infinidad de especies, se alimentan de insectos acuáticos o bien de las plantas que crecen sumergidas, estaban padeciendo los efectos de las carpas. La laguna, a la que se puede acceder desde la autovía a Algeciras, tiene 354 hectáreas.

El sistema

El origen de la presencia de estos peces en la Laguna de Medina es conocido: provienen del desbordamiento de una laguneta privada, situada en el interior de la cuenca de recepción de la laguna. Tras el desbordamiento, estas aguas vierten a un canal de riego que termina desembocando en la laguna, produciéndose así la entrada de huevos y alevines.

De esta forma, los especialistas de la Consejería de Medio Ambiente han ideado la fórmula para impedir el paso de esas filtraciones por el canal, de unos tres metros de ancho y medio de profundidad: un sistema de filtración mecánica, constituido por una sucesión de mallas filtrantes transversales al cauce, de diversas luces, entre ellas una con luz suficientemente pequeña para impedir el paso de crías y huevos.

Se han diseñado también muros de tierras laterales para impedir que las carpas pasen a la laguna si se produce un desbordamiento. Las mallas están reforzadas y ancladas de forma que sea fácil su limpieza y reparación.

A finales de 2007 la Consejería de Medio Ambiente erradicó las poblaciones de carpa (Cyprinus carpio) en la Reserva Natural Laguna de Medina, declarada Zona de Especial Protección para las Aves. La presencia de la carpa había desplazado a otras especies autóctonas y degradado las condiciones naturales de la laguna, por lo que se actuó -dentro del Programa Andaluz para el Control de Especies Exóticas Invasoras- mediante el uso de un compuesto natural altamente biodegradable que impedía respirar a las carpas.