Hanin Zoabi. :: AP.
MUNDO

Amenazan de muerte a una diputada que iba en la flota

JERUSALÉN. Actualizado: Guardar
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«Una mujer árabe que tomó parte en la flotilla de Gaza odia al país, apoya el terrorismo y está todavía sentada en el Parlamento de Israel (Knesset). ¡Matémosla también!». Así reza el texto de presentación del grupo creado en la red social Facebook bajo el título 'Ejecutar a la diputada Hanin Zoabi' al que hasta ayer se habían adherido más de 600 personas.

Los intentos de intimidación virtual son una parte de la «campaña de persecución personal y política» que, según explicaba la diputada palestina, lleva padeciendo desde el martes. Fue cuando compareció en su Nazaret natal para contar que los soldados judíos dispararon a su barco -el 'Mavi Marmara'- antes de abordarlo y que luego dejaron morir al menos a dos heridos negándoles ayuda. «Israel planeó todo, y planeó lo que pasó: planeó este resultado», acusó entonces.

La narración de ese mismo testimonio ante la Cámara le costó el miércoles ser tratada de «traidora», «terrorista» o «caballo de Troya» por otros parlamentarios. Compañeros del Kadima, que lidera la oposición, y del Likud, en el Gobierno, intentaron abalanzarse sobre ella para sacarla por la fuerza de la tribuna de oradores. La Knesset le ha puesto una escolta de protección. En el móvil particular y en el mail de Zoabi se acumulan, dice, «docenas de amenazas de muerte». «Sí, tengo miedo, ése era el objetivo de Israel.», confiesa por teléfono.

También el titular de Interior, Eli Yishai, ha pedido al fiscal general que estudie «todas las posibilidades legales» para autorizar que se revoque la ciudadanía y la inmunidad parlamentaria a la diputada.

«Va a haber una discusión sobre ese asunto el lunes en la Knesset pero, aunque lo apoye la mayoría, bajo la ley internacional no pueden hacerlo. Yo sólo tengo una nacionalidad, la israelí», explica Zoabi, que desde 2009 es una de los once diputados árabes con escaño en Israel. «Tengo que ser fuerte en este clima de amenazas contra mí, que no han empezado ahora, aunque sí se han convertido en más violentas y racistas», concluye la diputada, que promete que seguirá luchando por «los valores de democracia e igualdad de raza y género» por los que se embarcó en la última flotilla y lo hará en la siguiente.