Los colegios rurales se echan a la calle
Temen que la marcha de estudiantes a Jerez y La Barca suponga un retroceso para unos colegios «que están perfectamente dotados»Padres de alumnos de centros Semi-D protestaron ayer por la retirada del transporte escolar
JEREZ.Actualizado:La misma escena se repitió ayer en los nueve centros Semi-D de la zona rural: pancartas y numerosos padres con rostros serios, preocupados porque a partir del año que viene los alumnos de 1º y 2º de ESO de estos colegios sólo tendrán transporte escolar para los institutos de La Barca o Jerez y dejarán atrás sus barriadas y profesores de toda la vida si no tienen otra forma de trasladarse. La plataforma Por una Educación de Calidad en la Campiña de Jerez, al igual que otras organizaciones similares de las provincias de Cádiz y Málaga, realizó ayer su primera protesta simultánea contra «el progresivo desmantelamiento de nuestros centros», como explicaron los afectados.
Casi medio centenar de padres se concentraron ayer a las puertas del colegio de Cuartillos, que acoge a niños de esta barriada, de La Guareña y otros diseminados. Cuarenta alumnos cursan allí 1º y 2º de Secundaria y prácticamente la mitad tendrían que mudarse de centro si se les retira el autobús escolar: «No afecta solamente a estas familias sino a toda la barriada», asegura la portavoz de la plataforma, Paqui Morales. El temor de los padres es que la disminución del número de alumnos por esta medida conlleve otros recortes de recursos para los colegios, y por extensión, para estos núcleos de población. Es el caso, por ejemplo, del servicio de comedor o de actividades extraescolares. «El colegio es el único foco cultural que hay en estas poblaciones: la única biblioteca, el único sitio de internet público y las únicas pistas deportivas, por eso lo utilizan todos los vecinos», continuó.
A Elena Hernández la situación le afecta por partida doble: es madre de un alumno de 1º de ESO y trabaja como vigilante de seguridad en el centro. «Si esto sigue adelante, voy a perder mi empleo. Sobrará personal porque no habrá actividades por las tardes», cuenta. «Ellos mismos se contradicen: por una parte apuestan por centros pequeños para que haya más calidad y por otra, se llevan a nuestros hijos de un colegio perfectamente dotado y con 160 alumnos a otro de mil», añadió Morales.
«El comienzo de una guerra»
Torrecera fue ayer uno de los centros neurálgicos de la protesta puesto que casi un centenar de personas acudieron a la convocatoria entre padres afectados y vecinos solidarios: «Nos están poniendo impedimentos y coaccionando para que matriculemos a los niños donde ellos quieren», dijo el alcalde pedáneo, Manuel Bertolet, en referencia a la Consejería de Educación. «Esta protesta es el comienzo de una guerra para reivindicar nuestros derechos», aseguró.
En esta pedanía la medida afectaría directamente a una decena de niños pero supondría también una dificultad para el resto de sus compañeros: «Si estos niños se van a La Barca, quedarían en la clase otros diez y nos tememos que el siguiente paso sea eliminar el curso entero por falta de alumnos», añadió.
En El Portal también secundaron la protesta escolar simultánea con otras zonas de Andalucía. Al colegio Virgen del Mar acuden cada día niños de esta barriada y de la Sierra de San Cristóbal. Si no tienen opción de ir al centro en autobús escolar, tendrían que matricularse en el IES Romero Vargas pero cada día pasarían por la puerta de su antiguo colegio camino de Jerez. «Estamos luchando por tener un comedor y si perdemos alumnos no lo conseguiremos nunca», dijo ayer la delegada de Alcaldía, Isabel García.