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Tapial y Arau hacen el signo de la victoria en Estambul. :: EFE
MUNDO

«Nos insultaron y golpearon»

Los tres españoles que iban en el convoy humanitario relatan los malos tratos recibidos en suelo hebreo al llegar a Estambul

PAULA ROSAS
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Con fuego real, granadas de contusión y de sonido, helicópteros y hasta submarinos. El Ejército israelí no escatimó en medios para atacar a la 'flotilla de la libertad', según relataron ayer a su llegada a Estambul los tres españoles que viajaban en el convoy, que pudieron captar con sus cámaras el asalto al buque 'Mavi Marmara'. Los cooperantes Manuel Tapial y Laura Arau, y el periodista David Segarra llegarán hoy a Barcelona, cuatro días después de la masacre hebrea que se saldó con nueve muertos y más de dos decenas de heridos.

En buen estado de salud, aunque cansados e indignados por el trato recibido por parte de las autoridades israelíes, los españoles llegaron de madrugada al aeropuerto Atatürk de Estambul, donde fueron recibidos por una delegación ministerial turca.

Segarra relató que todos ellos se encontraban en la sala de prensa del barco poco antes del asalto militar. De repente, las comunicaciones se cortaron: «Se cayó Internet, cayeron la televisión el satélite, los teléfonos», recuerda el reportero valenciano que trabaja para la cadena venezolana Telesur, que imaginó que se trataba de «un acto de guerra electrónica de la Armada israelí».

En una entrevista con la televisión para la que trabaja, Segarra explicó cómo, cámara en mano, grabaron escenas aterradoras. «Empezamos a ver cómo caían las primeras víctimas. Seguimos grabando y vimos cómo se producían cada vez más y más víctimas».

A pesar de estar identificados como periodistas internacionales, los soldados hebreos les apuntaron a la cabeza con el láser de sus armas, les encapucharon y les robaron todo su trabajo, según relataron a la agencia Efe. Los españoles se han quejado asimismo del trato recibido una vez fueron trasladados a una cárcel de Israel -«nos han insultado y nos han pegado»- donde, aseguran, apenas les ofrecieron algo que comer durante los tres días que han pasado en manos de las autoridades judías.

A pesar de que las autoridades israelíes han confiscado el trabajo gráfico realizado a bordo de la 'flotilla de la libertad', Arau aseguró ayer que su intención es recuperar de alguna forma todo el material que puedan para demostrar la brutalidad del ataque.