El Ibex se desploma casi un 4% por el temor a que Hungría siga los pasos de Grecia y entre en bancarrota

Viernes negro para la Bolsa española, que ha caído un 3,8% y se ha alejado de la cota psicológica de los 9.000 puntos, algo que no ocurría desde el 15 de de mayo del año pasado. Es el quinto mayor descenso del año; en la semana acumula una pérdida del 5,33% y en el año, un 25,26%. El principal indicador, el Ibex 35, ha cerrado en el mínimo anual de 8.923,40 puntos. En Europa, Milán ha bajado el 3,79%; París, el 2,8%; el índice Euro Stoxx 50, el 2,8%; Fráncfort, el 1,85%, y Londres, el 1,65%.

Al otro lado del Atlántico, la Bolsa de Nueva York ha cerrado con un descenso del 3,16% en el Dow Jones de Industriales arrastrada también por las malas noticias sobre la situación fiscal de Hungría y un dato de creación de empleo en Estados Unidos que decepcionó a los inversores.

La bajada de los grandes valores bancarios, los problemas de deuda y la amenza de bancarrota en Hungría están detrás del desplome español. Malos tiempos también para el euro, que ha registrado su nivel más bajo frente al 'billete verde' desde julio de 2005 al cotizar a 1,2035 dólares, tras haber iniciado la jornada en 1,2162 dólares.

Detrás de la caída de la Bolsa y de la moneda única están los renovados temores de una crisis de deuda en otros países europeos al margen de Grecia que están llevando a máximos históricos los costes de asegurar las emisiones de deuda de países periféricos de la eurozona como España e Italia. Además, los inversores ven con temor la evolución de Hungría, después de que miembros de su gobierno hayan admitido que el país se encuentra en una situación comparable a la griega.

La banca hunde al selectivo

El Ibex 35 se ha visto arrastrado por la banca, que se ha dejado más de un 6%, y el resto de grandes valores, todos en rojo. BBVA ha retrocedido un 6,84%, la segunda mayor caída del selectivo, seguido de Banco Santander, que ha perdido el 5,78%, la tercera mayor bajada de este índice, mientras que Iberdrola se ha dejado el 4,62%; Repsol, el 3,11%, y Telefónica, el 2,56%.

El mercado había abierto la sesión en positivo, pero sobre las 13.00 horas comenzó a desplomarse como consecuencia del incremento de la prima de riesgo española, que ha establecido un nuevo máximo de 196 puntos básicos respecto al 'bund' alemán, ante la incertidumbre por la recuperación de la economía. De este modo, según los datos del mercado secundario de deuda, la rentabilidad de los bonos españoles a diez años escalaba hasta el 4,58%, frente al 2,62% de su homólogo alemán.

El selectivo perdió la cota de los 9.200 puntos y se acercó a los 9.000 enteros, con un retroceso del 3%, cuando Hungría reconoció que el anterior gobierno manipuló las cuentas públicas. Tampoco ayudaron los datos de empleo de EEUU de mayo, que fueron mal recibidos a pesar de la creación de 431.000 puestos de trabajo y del descenso de dos décimas de la tasa de paro, hasta el 9,7%.

Esta estadística laboral norteamericana hizo que la Bolsa española bajara más del 4% y retrocediera por debajo de los 8.900 hacia el mínimo anual intradía (8.812,10 puntos registrado el pasado 25 de mayo). Le acompañaban en la caída el precio del petróleo Brent, que había llegado a subir a 76,5 dólares y bajaba hasta 73,5, y Wall Street, que comenzaba la sesión con un retroceso del 2%. Al final de la sesión, pendiente de la reunión del G-20 de este fin de semana y presionada por la banca y la bajada del petróleo a 73 dólares, el Ibex registraba un nuevo mínimo anual al cierre en los 8.923,40 puntos.

Los expertos aseguran que el miedo a que se rebaje la calificación de las entidades financieras, tras el incremento de la prima de riesgo y tras la rebaja aplicada a España, está penalizando mucho a la banca, que, a su vez, lastra al Ibex.