Jerez sufre ya las consecuencias de los recortes del Gobierno

A los colectivos de funcionarios afectados por el 'tijeretazo' de Rodríguez Zapatero no les ha temblado el pulso a la hora de movilizarse en defensa de unos derechos que consideran usurpados. A las primeras concentraciones organizadas por los sindicatos han seguido una serie de medidas drásticas con las que los profesionales mostrarán su desacuerdo con los recortes.

El Cuerpo Nacional de Policía es uno de los que no ha tardado en adoptar medidas de presión consistentes con un trabajo a reglamento que no sólo se está notando en las calles y en la Comisaría, sino también en lugares como el Aeropuerto de Jerez.

Los agentes que están allí destinados están siguiendo con rigurosidad la normativa vigente, y ello implica pedir el pasaporte en determinados vuelos internacionales a todos y cada uno de los pasajeros y detenerse unos minutos por persona, para introducir los datos en el sistema y comprobar que sobre el pasajero no pesa una orden de busca y captura o cualquier otra irregularidad.

Ello implica, como explicaron ayer fuentes de la Confederación Española de Policía, que se acumulen colas de hasta dos horas para un trámite que en circunstancias normales se desarrollaría en menos de 30 minutos.

Por si fuera poco, como reconocieron las mismas fuentes, estas protestas no tienen fecha de caducidad puesto que la bajada de sueldos se ha presentado en principio como algo definitivo, por lo que también los perjudicados han decidido dilatar las acciones en el tiempo.

Hartazgo de la plantilla

Según la CEP, el descontento y la desmotivación de la plantilla es importante, ya que a las demandas históricas de la Comisaría de Jerez se ha unido este nuevo caballo de batalla. A estas alturas, la actividad de los agentes ha disminuido más de un 15% y ello augura un verano problemático en cuanto a la seguridad de las calles, sin olvidar las largas esperas que tendrán que soportar los ciudadanos ante cualquier trámite burocrático.

No obstante, los funcionarios han decidido dejar de lado las protestas referentes a las carencias de las dependencias policiales. Su determinación está muy clara: «Ahora nos importa poco que no haya coches, si hace falta trabajaremos andando, lo que queremos es que nos paguen nuestro sueldo».