El Ayuntamiento pretende colocar 126 cableados de telefonía móvil,como los que aparecen en la imagen. :: javier fernández
Jerez

La Junta no convence a los vecinos de que las antenas son inofensivas

Varios técnicos se reunieron ayer con la federación Solidaridad, que mantiene su postura y podría retomar las protestas

JEREZ. Actualizado: Guardar
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«Nos parece que nos están tomando el pelo», sentenció ayer Paco Gil, vocal de la federación de asociaciones de vecinos Solidaridad, tras salir de un encuentro mantenido con representantes de la Junta y el Ayuntamiento de Jerez para tratar la instalación y los efectos de la telefonía móvil. Como contó Gil, los vecinos escucharon las explicaciones de un técnico de la empresa Radionet, dependiente de la Administración autonómica y, aunque entendieron que «él se limitó a hacer su trabajo», no estuvieron de acuerdo con la exposición y no pudieron llegar, por tanto, a ningún principio de entendimiento.

El discurso estuvo centrado en los vericuetos técnicos de estas infraestructuras, seguido de una argumentación sobre lo inofensivo de las antenas que no convenció a sus interlocutores. Entre otras cosas, el experto insistió en la idea de que la potencia del cableado, de 425 microvatios por centímetro cuadrado, no resulta nociva para la salud de la población con la que convive.

Sin embargo, Gil recordó que en otros países y siguiendo los preceptos de la Unión Europea se emiten 0,1 microvatios, lo que sí garantiza una total inocuidad. Tampoco hay que irse muy lejos, de hecho, puesto que ayuntamientos españoles como el de Leganés ya se están subiendo al carro y aflojando las emisiones. «Es la misma charla que nos dieron hace unos años -informó escéptico-. Él ha dicho que está tranquilo porque se cumple con la normativa, pero nosotros no».

Argumentos

A la charla acudieron vecinos supuestamente afectados por las ondas de la telefonía móvil, como una madre que asegura que su hija sufre fuertes dolores de cabeza como consecuencia de la cercanía de las antenas. Ello, unido a las conclusiones de informes como el Interphone, que alerta sobre la conveniencia de que los niños no estén excesivamente expuestos a estas ondas, ha hecho que los vecinos se mantengan en sus trece y continúen en la lucha.

Lo que pretenden no es que se dejen de instalar, como aclaró el representante vecinal, sino que se mitigue su potencia como ha ocurrido en otras zonas. Las perspectivas, no obstante, no son muy halagüeñas ya que en breve está previsto que se lleve a pleno la instalación de 126 antenas repartidas por diversas áreas de la ciudad. Solidaridad, que pidió una moratoria para que esto no sucediera hasta que no se comprobara que eran inofensivas, aguarda ahora la respuesta municipal y no descarta emprender acciones de protesta si la iniciativa sigue adelante.