«Nunca confié en la permanencia en Primera, pero he disfrutado muchísimo»

Los tiempos cambian y los hábitos y las formas de actuar también. Esa transformación la ha vivido muy de cerca la peña El Cubata y sus miembros, que después de treinta años acudiendo de forma incondicional a animar al Xerez cada domingo, esta temporada ha disfrutado con el debú en Primera y con sus consecuencias.

Pero la historia llega de mucho antes. Se remonta a los años ochenta en el antiguo estadio Domecq, cuando un grupo de amigos se encontraban partido tras partido para «pasar un buen rato» y animar a los jugadores del Xerez, tal y como recuerda Manuel Romero, presidente de la peña. Añade que, una de las cosas preferidas de todos los que se reunían era el ritual previo al partido, que consistía en la preparación de una garrafa con varios litros de cola y ginebra. De ahí, el nombre del cubata para definir una peña con más solera de las que existen dentro del xerecismo.

En la actualidad, y desde hace varios años atrás, el hábito de los miembros de la peña se ha tenido que modificar, principalmente por las restricciones y las nuevas medidas de seguridad que se han adoptado en los estadios. Al respecto, Manuel Romero ilustra la nueva situación y comenta que «ahora todo es diferente, el fútbol ha cambiado mucho y es otra forma de vida. Nosotros también hemos cambiado y tenemos ideas diferentes y aunque ya no se puede meter alcohol en los estadios como antes, seguimos disfrutando por todo lo alto».

Optimista con el futuro

Sobre todo esta temporada, ya que después de tantos años asistiendo a los partidos han podido ver al Xerez en Primera División. «Es una de las cosas que esperaba. Soy uno de los más mayores de la peña y he disfrutado muchísimo viendo a los mejores equipos del mundo pasando por Chapín. Nunca confié en la permanencia, ha sido lo que me esperaba, aunque en el último partido ante el Osasuna me ilusioné muchísimo», señala muy satisfecho Manuel Romero.

Con todo, se le queda un mal recuerdo de esta temporada recién finalizada, ya que los cambios que ha tenido que sufrir el estadio han perjudicado a su peña: «La publicidad que ha colocado el club alrededor del campo ha impedido que pudiéramos colocar nuestra pancarta, además, muchos de nuestros miembros, aunque nos seguimos viendo, han sacado los abonos en distintas zonas de Chapín y no hemos estado todos juntos».

Y pese a todo, con la actual situación de inestabilidad, se muestra optimista con el futuro: «Si se pone todo en marcha habrá muchos socios. Es una lástima tener que estar en boca de todo el mundo y que se esté hablando de todo menos de los temas deportivos. Si las cosas se hacen bien en pocos años podremos estar de nuevo en Primera División».