Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Editorial

Un tremendo error de Israel

Nada explica la expeditiva acción contra la 'flotilla de paz' y su balance de víctimas

Actualizado:

Israel consiguió ayer la unanimidad: el mundo entero lamentó, criticó, deploró o condenó su extraordinaria decisión de abordar en aguas internacionales uno de los barcos de la llamada 'flotilla de la libertad', pro-palestina, y causar la muerte de al menos diez pasajeros, en su mayoría turcos. Más allá de la tragedia y del posible delito se percibe, además, la gran equivocación de un Gobierno ultranacionalista que ni siquiera puede ser un interlocutor competente y leal para el Ejecutivo de Washington, su valedor a toda prueba. La conducta israelí esteriliza además los esfuerzos en curso para recuperar el diálogo entre las partes. Las circunstancias no ayudan precisamente a corroborar la versión israelí, sino más bien lo contrario: una acción de comandos de elite contra una nave civil extranjera, en la oscuridad, en aguas internacionales y sin amenaza visible alguna. A tiro limpio contra palos y armas blancas. Incluso si hubiera habido algún hipotético disparo por parte de los tripulantes, como dicen los israelíes, resulta inxplicable tan sangriento balance. La pregunta, además es obvia: ¿era ese el mejor y más eficaz método de impedir la llegada del convoy a Gaza? La vieja Esparta que es Israel, su gusto por las pretendidas soluciones militares, alcanza un paroxismo que estremece por su ceguera política, su falta de destreza diplomática y hasta permite suponer la existencia de una especie de exceso de celo en niveles subalternos: nadie puede imaginar a un líder político solvente dando la orden de ataque. Pero los graves problemas de Israel no reclaman medidas militares ni se resuelven con su condición de superpotencia militar de la región ni las alabadas proezas de sus servicios de seguridad. Desde la operación en Gaza hace año y medio, que mató a 1.400 palestinos entre ellos un elevado número de civiles y menores, su crédito, ya bajo, está por los suelos, ha perdido la otrora valiosísima amistad turca y el Gobierno de los colonos y los ultras ha hecho todo lo necesario para indisponerse con el dúo Obama-Biden. Un récord. Netanyahu puede estar contento: lo sucedido, además de un posible crimen, es un tremendo error.