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ESPAÑA

El Gobierno descarta el adelanto electoral y la cuestión de confianza

Fernández de la Vega sostiene que interrumpir ahora la legislatura sería una «irresponsabilidad»

ALFONSO TORICES
MADRID.Actualizado:

José Luis Rodríguez Zapatero no tira la toalla. El Gobierno y el PSOE salieron ayer a la palestra para descartar que el presidente vaya a convocar elecciones anticipadas. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que agotarán los cuatro años de legislatura. «Vamos a seguir gobernando», dijo, porque así lo quisieron los ciudadanos que dieron a los socialistas la «legitimidad democrática» y no es tiempo de comicios sino de «asumir responsabilidades» y tomar decisiones «con firmeza, fortaleza y determinación».

«Lo último que se nos ocurriría es abandonar», añadió la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez. «Seguiremos a las duras y a las maduras, sin mirar el coste político» que nos acarrea la crisis, remachó el portavoz parlamentario socialista, José Antonio Alonso.

Ni elecciones anticipadas, ni moción de censura, ni crisis ministerial. El Gobierno se mantiene en pie pese a su evidente soledad parlamentaria, reflejada por primera vez desde el comienzo de la legislatura el pasado jueves en el Congreso con la convalidación del decreto de recorte del gasto público. Da igual que se lo exigiese su hasta ahora aliado ocasional CiU, da igual que a día de hoy no sepa con quién van a aprobar los cruciales Presupuestos para 2011.

De la Vega, tras el Consejo de Ministros, descartó al menos en media docena de ocasiones la posibilidad de un adelanto de las generales. «Éste no es tiempo de pensar en clave electoral sino de asumir responsabilidades, la electoral no es la contienda que ahora libra España, desde luego no la que libra el Gobierno, que está luchando contra la crisis». Gobernar, insistió, «es nuestro deber y lo cumplimos, aunque a veces las medidas sean tan dolorosas como las del jueves, aunque conlleve pedir sacrificios». Cree que Zapatero, pese a la avalancha de críticas que recibió en el Congreso, maneja el gabinete con «valentía y decisión» y está «a la altura de las circunstancias por ir de frente y con pulso firme, por gobernar con responsabilidad asumiendo las consecuencias y pensando solamente en el futuro de España».

La número dos del Gobierno no tiene duda sobre la necesidad de aprobar y ejecutar el duro plan de ajuste, que rebaja el sueldo de los funcionarios y congela las pensiones en 2011, entre otros sacrificios sociales. Coincide con la Unión Europea y el FMI en que son precisas «medidas excepcionales porque excepcional es la situación» de la deuda española, que amenazaba con arrastrar al país por el camino de Grecia.

«Estamos haciendo lo que toca hacer, no lo que nos gustaría hacer, y lo estamos haciendo por responsabilidad con el país», indicó. Es consciente de que ejecutan medidas que van contra su programa de gobierno, pero aseguró que lo hacen para «proteger» a España «de los especuladores, de quien no cree en el Estado del Bienestar», y para acelerar el crecimiento y el empleo. El proyecto de Zapatero, resumió, está «más vivo y vigente que nunca».

La irresponsabilidad del PP

Tanto De la Vega como la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, coincidieron en que el problema político fundamental del país es la «oposición irresponsable» del PP, «que dice 'no' a todo». Salgado, incluso, aseguró que ese mismo adjetivo es el que ayer adjudicaban a los populares españoles algunos periódicos europeos por votar contra el plan de ajuste pactado con Europa. Ambas vicepresidentas denunciaron que el principal partido de la oposición «sigue negándose a dar su apoyo en un momento crucial para el futuro de España y Europa», y actúa desde el comienzo de la legislatura «en clave electoral, nunca desde la responsabilidad, sin sumarse por sentido de Estado a las medidas necesarias para la economía», y que no asume «su posición institucional y política» como partido de gobierno que es. «Serán los ciudadanos los que al final van a juzgar en las urnas lo que hemos hecho unos, en interés del Estado, y lo que han dejado de hacer otros, pensando sólo en su propio interés», vaticinó la vicepresidenta segunda.

El Gobierno y el PSOE admiten su soledad parlamentaria, pero confían en reactivar en las próximas semanas la geometría variable, la estrategia que les ha permitido desde hace dos años lograr las mayorías para gobernar. «No ignoramos las dificultades, pero las iremos salvando aunque sea duro», aseguró Alonso, el principal responsable de tejer las alianzas variables. En un tono similar, realista, pero optimista, se pronunció De la Vega. Indicó que el Ejecutivo contará, como hasta ahora, «con todos los grupos» y que confía en recuperar los acuerdos, incluso para los Presupuestos, porque todos menos el PP han demostrado en estos años «su responsabilidad». La vicepresidenta recordó que, pese a que el PSOE está a siete escaños de la mayoría absoluta del Congreso y no tener socios estables, han sacado adelante «todas las iniciativas que hemos llevado al Parlamento».