Multas de aparcamiento a destajo

Cualquiera que aparque en el centro de la ciudad con asiduidad ya ha sufrido en sus carnes el llamativo incremento de las multas del ORA. Desde hace un par de meses, ese controlador comprensivo y condescendiente que en muchas ocasiones hacía la vista gorda si el ciudadano había gastado la cantidad máxima estipulada y aún así había superado el tiempo establecido, ha dado paso a un seguidor escrupuloso de la legalidad que no duda en echar mano de la libreta sancionadora a las primeras de cambio.

Los conductores de a pie, indignados con la medida, no son los únicos que han mostrado su malestar, puesto que los comerciantes también se han posicionado al respecto aportando cifras concretas: desde poco antes de la Feria, las multas han crecido un 50% y ello ha soliviantado los ánimos de los trabajadores y pequeños empresarios que exigen directamente la retirada de esta particular forma de recaudación.

«Desde el comercio lo que pedimos es que se anule el ORA -explicó el presidente de la asociación Acoje, Fernando García-. Es muy fácil llegar a una superficie comercial y poder aparcar, por lo menos que en nuestro perímetro del centro creen una parte gratuita». García va más allá cuando advierte de que el Ayuntamiento podría estar cometiendo una ilegalidad, al argumentar que los controladores no son agentes de la ley y por tanto no están legitimados para interponer esas sanciones.

Llamada al conductor

«Desde aquí instamos al consumidor a que presente muchos pliegos de descargo. Nosotros estamos asesorándonos y si hubiera una ilegalidad no dudaríamos en denunciarlo». Por ello, la asociación está realizando un estudio sobre el tema que pretende trasladar a la Cámara de Comercio y a la Confederación de Empresarios, para aunar fuerzas y luchar conjuntamente contra esta práctica de «dudosa legalidad».

El malestar del colectivo llega a tal punto que hace más de un mes se reunió con la delegada de Movilidad y Seguridad, María del Carmen Martínez, a la que planteó directamente esta cuestión. Según García, la edil les garantizó que «lo contemplaría» y aún aguardan su respuesta. Martínez, sin embargo, aseguró a LA VOZ que ella no tiene constancia de que existan protestas ni un enfado a nivel general por el supuesto incremento de las multas.

Sólo se trata, como aseguró, de una pregunta puntual formulada por Acoje durante la citada reunión a la que ella misma restó importancia, subrayando que «se está multando de acuerdo a la normativa vigente». Lo que sí se apresuró a desmentir fue el hecho de que se hayan producido órdenes expresas por parte del Consistorio para que los empleados de la concesionaria sancionen con una mayor contundencia.

Este punto, sin embargo, fue ratificado a este medio por dos controladores del ORA. Aunque prefirieron guardar el anonimato, los trabajadores sí confirmaron con cierto pesar que han recibido órdenes de la empresa para cumplir escrupulosamente con la legalidad y no tener miramientos a la hora de posibles sanciones. Según ambos, la directiva a su vez tiene indicaciones muy claras al respecto del propio Ayuntamiento, que como se ha señalado anteriormente lo niega todo.

Sea de una forma u otra, lo cierto es que el enfado general es patente y muchos se preguntan si esto no responderá a un afán de las autoridades por recaudar todo lo posible y aliviar así en algo la carga de las deterioradas arcas municipales, a costa de los ciudadanos.