Cuando se acaba el Rocío...

La hermandad de Jerez ya se encuentra en Santo Domingo, haciendo un seguro balance sobre la romería que anoche terminó de manera oficial con la llegada del Simpecado morado hasta el centro de la ciudad. Han sido ocho días de romería desde que el pasado miércoles, la caravana jerezana se pusiera en marcha camino del Rocío al encuentro con la Blanca Paloma. Ocho días que han dado para mucho, para comprender el momento actual que vive la hermandad que preside Felipe Morenés y para dar buena cuenta de que la fe en el Pastorcito Divino es inquebrantable pese a los problemas.

La hermandad salió ayer de Marismillas a primera hora de la mañana, tras una fría noche de poniente, y tras rezar el Angelus en Bajo de Guía, comenzó la parte más dura de todo el camino, esa que por carretera te acerca desde Sanlúcar hasta Jerez cruzando Ventosillas. Allí, la hermandad tuvo el rengue del almuerzo al que se unieron muchos jerezanos que ya quisieron acompañar al Simpecado de la hermandad hasta que llegara a Jerez.

La entrada en la ciudad fue, como siempre, uno de los momentos más esperados por todos, por los que hicieron la romería y por los que se tuvieron que quedar en casa. La comitiva entró como es costumbre por el sanatario San Juan Grande, donde se repitieron los íntimos momentos que ya se pudieron ver a la ida, y la carreta, perfectamente exornada de flores para la ocasión, puso rumbo a la Basílica de la Merced, a la que rindió honores como patrona de la ciudad.

Fue al paso de la comitiva por la iglesia de la Victoria cuando se pudo comprobar la devoción que existe en la ciudad por la Virgen del Rocío, ya que eran muchos los jerezanos que esperaban en la Porvera para dar la bienvenida tanto a los romeros como al Simpecado morado de la corporación. La hermandad llegó a última hora de la tarde a Santo Domingo, y cuando la noche ya rompía la tarde, el Simpecado fue depositado de nuevo en su altar, donde esperará hasta el próximo Rocío, último de la legislatura de esta Junta de Gobierno.