Uno de los condenados por la pelea de San Cayetano recurre el fallo
El abogado del afectado alega legítima defensa y pide que se reconsidere la participación en los hechos de otros dos jóvenes
JEREZ.Actualizado:Alejandro L. D, condenado a dos años de cárcel en concepto de un delito de lesiones por la reyerta ocurrida en 2008 en la calle San Cayetano, ha decidido recurrir la sentencia al considerarla injusta y no ajustada a Derecho. Como ha podido saber este medio, su abogado ha interpuesto un recurso de apelación fundamentado en la falta de apreciación de la eximente de legítima defensa y la «indebida aplicación del ordenamiento jurídico» en lo que a la tentativa se refiere.
Concretamente, el fallo entiende que en cualquier riña no se aprecia la legítima defensa al ser algo «multitudinario» y «mutuamente aceptado». Sin embargo, el letrado del afectado considera en su recurso que en la pelea sólo intervinieron los dos condenados, a pesar de que hubiera más imputados.
En cuanto a si fue o no una reyerta consentida por ambos, se argumenta que realmente hubo un agresor y un agredido (en este caso Néstor G. R. frente a Alejandro L. D.), debido al tipo de arma que utilizó el primero, «una defensa extensible que no se vende en El Corte Inglés» y que requiere una formación militar, en comparación con el cuchillo de cocina utilizado por el segundo que «se puede comprar en cualquier ferretería».
Por otro lado, la defensa de Alejandro hace referencia al ánimo doloso de ambos condenados, por lo que a su juicio no tiene sentido que impongan a su representado una pena por un delito de lesiones, mientras que a su contrincante sólo se le haya condenado por una falta. «Debió ser condenado por un delito de lesiones en grado de tentativa -se argumenta en el recurso-, ya que el dolo de lesionar estaba en el acusado», aunque las lesiones infringidas fueran menos graves que las sufridas.
Asimismo, el letrado pide que se reconsidere la participación en los hechos de otros dos imputados inicialmente, Eva V. M. y J. M. P, puesto que «sin su incitación directa a Néstor G. R, nada de lo enjuiciado habría sucedido».