Souza podría recular tras el órdago de su consejo
Los administradores concursales dieron un toque de aviso al consejo: «Si no cumplen con su función, el club podría se intervenido»; Del Puerto desveló que recibió una llamada del presidente y Gorosito, tras la que se podría «reconducir la situación»
JEREZ.Actualizado:Federico Souza podría recular tras el órdago lanzado el miércoles por su consejo de administración, ya que parece que está dispuesto a presentar los avales necesarios para poder realizar los despidos de Monterrubio, Rondán, Moreno y Poyatos. La noticia saltó durante la rueda de prensa que ayer concedieron los administradores del proceso concursal en Chapín. En concreto, fue Antonio del Puerto el que desveló que en la tarde del miércoles recibió una llamada «ni mucho menos esperada» de Federico Souza y Néstor Gorosito, quienes le trasladaron que tenían la intención de presentar el aval que está pendiente desde febrero por la contratación de Gorosito para los seis meses de la temporada recién acabada: «Yo no sé por dónde va a salir esto, pero parece que todo no está por los suelos y el aval está dispuesto a aportarlo. Creo que si está dispuesto a aportar el primer aval tendrán la intención de seguir adelante». Las novedades no acaban ahí, ya que Del Puerto llegó a afirmar que también parece que «Gorosito, junto con Federico Souza, posiblemente estuvieran por aquí la próxima semana». Del Puerto no quería lanzar las campanas al vuelo, pero quiso zanjar el tema con una nota de optimismo: «No puedo decir más porque me parece que sería una imprudencia por nuestra parte. Estoy diciendo que parece que lo que ayer se inició (haciendo referencia a la rueda de prensa ofrecida el miércoles por la mañana por Mattos, Mateos y Lobestein) es posible que pueda tener una reconducción o una reconsideración. Lo único que estoy diciendo es que tuve esa llamada, que ni mucho menos era esperada, y algo se quiso trasladar. La verdad y la transparencia es lo más oportuno cuando no hay nada que ocultar. Me da la impresión de que hay una puerta abierta para el cambio, pero no puedo saber hasta dónde van a llegar. Repito, sólo puedo contar que parece que van a aportar el aval y que posiblemente vengan la próxima semana».
Bloqueados
Dos condiciones
«Está pendiente el aval»
Teniendo en cuenta esta positiva llamada, tampoco se puede olvidar que hasta la fecha no se conoce que se haya producido ningún paso en firme para retomar las conversaciones de cara a realizar los famosos cuatro despidos que Souza pretende. ¿Qué es lo que impide que se produzca? Según afirmaron los miembros del consejo, la cantidad de problemas (en forma de avales) que les ponen los administradores en el camino. Pero cuando son los gestores del proceso concursal los que toman la palabra todos esos inconvenientes se resumen en dos avales: uno que está pendiente desde febrero, y que se aprobó para la contratación de Gorosito durante los meses que restaban de la temporada 2009/2010; y otro, que se reclama ahora para realizar los cuatro despidos.
El primero de ellos asciende a 169.500 euros y Antonio del Puerto explicó ayer su origen: «Cuando se contrató a Gorosito se pidió el importe de un aval para que la sociedad no tuviera un mayor coste del que realmente había en ese momento y del que podía haber hasta el final de la temporada. Eso se firmó el 20 de enero y había un plazo de un mes para que se entregara el aval. En un determinado momento comentamos que estaba pendiente su entrega, pero tampoco considerábamos que era necesario aún exigirlo de una manera más formal. ¿Qué ha terminado ocurriendo? Que a día de hoy todavía está pendiente la entrega de ese aval, que cubre lo que costó Gorosito y su equipo técnico».
La petición del segundo de los avales surge cuando Federico Souza quiere despedir a Monterrubio y compañía con el fin de contratar a Federico Lussenhoff y Christian Lobestein. Del puerto niega que se haya reclamado ninguna garantía más y explicaba el motivo por el que se había solicitado el segundo de los avales: «Sólo se ha vuelto a pedir un aval cuando se ha producido una circunstancia parecida con los despidos. Además, pensamos que su cuantía no es significativa a pesar de que por diferentes motivos aún no se ha concretado, pero sólo tratamos de cubrir una contratación nueva. En el caso de que se produzca, existen ciertas incertidumbres ya que puede costar más de lo que hubiera supuesto si se mantiene el actual equipo directivo». Además, considera que lo que ahora reclaman «no debería ser un motivo para entorpecer que el consejo de administración pueda llevar acabo la gestión de la sociedad. Nosotros tenemos que velar por el mantenimiento del patrimonio del Xerez y por que el pasivo de la sociedad anónima no quede perjudicado de cara a un convenio, que es donde está el futuro del club».
Principal problema
La cuantía del segundo aval
«Si me lo traen, lo firmo»
La cuantía del segundo de los avales es el gran escollo que los administradores y el consejo no han logrado salvar, y que de hecho, todavía ayer no habían solucionado. En principio, los miembros del consejo querían encontrar una fórmula para no tener que presenta ninguna garantía económica. Posteriormente, trataron de realizar una quita en la indemnización de los posibles despidos, también con la intención de evitar el aval. Más tarde, se trató de presentar un informe con el que la cantidad que habría que avalara ascendería a unos 42.000, pero el problema es que los administradores concursales consideran que la cifra debería subir hasta los 142.000 euros. La confusión en este sentido es muy importante pero parece que fueron las ganas de solucionarlo todo lo que llevó a Jesús Rodríguez a afirmar durante la comparecencia de ayer que si «presentan los avales ahora mismo, mi firma está automáticamente puesta incluso de la forma que ellos quieren redactar la carta. Yo no sé si la del resto de mis compañeros, pero mi firma la tienen». ¿Y cuál es la manera en la que el consejo de administración argentino quiere redactar las cartas de despidos? Pues el propio Rodríguez lo contaba: «El lunes por la tarde llegamos a un principio de acuerdo. No fue el jueves ni antes de que Souza se fuera a Argentina. Cuando él se marchó a su país estaba todo en el aire y discutíamos porque no estábamos dispuestos a firmar las cartas de despido ya que no íbamos a firmar algo que no fuera escrupulosamente cierto. El lunes llegamos a un principio de acuerdo que consistía en que ellos defendían que los despidos eran improcedentes, pero el vicepresidente del club nos manifestó que tenían muchos problemas con los bancos por el tema de los avales ya que les exigían propiedades en España, y carecen de ellas. Entonces, nos pidieron que se buscara alguna manera para evitar la prestación de avales. La única manera que se encontraba era que los trabajadores que iban a ser despedidos redujeran su indemnización en un 31%. Algo a lo que nosotros nos negamos porque los trabajadores no querían entenderse con ellos. Es más, no llegamos a hacerle propuesta de ninguna quita porque cuando les informamos de que había una propuesta del club, los que iban a ser despedidos nos dijeron que no iban a consentir ningún acuerdo con el club porque se sentían injuriados, ofendidos y lesionados moralmente. Por lo tanto, se sometían a lo que dijeran los tribunales. Esa respuesta se la transmitimos a la asesoría jurídica de Federico Souza y ellos hicieron otros cálculos que los presentaron el martes por la tarde, en los que les salía que la indemnización no era de 142.000 euros, sino de 42.000 euros. Ante esto, les dijimos que redactaran ellos las cartas de despido ya que los mismos trabajadores habían dicho que querían ir a los tribunales. Nosotros aceptamos la propuesta de que todos fuéramos a los tribunales para que allí se fijara la indemnización. También les reclamamos que debían presentar el aval pendiente y vencido desde el 20 de febrero por la contratación de Gorosito». Aquí quedó la propuesta ya que las siguientes noticias que los administradores tuvieron del consejo de administración fue la rueda de prensa del miércoles, en la que Mattos, Mateos y Lobestein acusaban directamente a los gestores de la Ley Concursal en el Xerez y a Monterrubio de todos sus quebraderos de cabeza.
Todo el problema de los avales hizo que los administradores pusieran sobre la mesa otra solución: «En una de las reuniones que mantuvimos comentamos la opción de que ofrecieran una garantía de tipo personal que consistiría en hacer un documento privado firmado por todos los consejeros. Lo que ocurrió fue que el único que aceptó a responder como consejero a los 142.000 euros fue Rafael Mateos. Los demás consejeros mostraron extrañeza y no dieron su conformidad. Por tanto, no sólo dijimos lo del aval bancario, sino que además se planteó la posibilidad de que ni siquiera fuera una garantía bancaria. Nos conformábamos con la firma de los consejeros y del presidente».
Riesgo de intervención
No se pueden cambiar los papeles
«Tienen sus obligaciones»
Pese a las diferentes variantes ofrecidas por los administradores concursales, no se alcanzó ningún acuerdo y tuvo lugar la rueda de prensa del miércoles en la que el consejo se plantó y se posicionaba en un segundo plano al considerar que no tenían capacidad para gestionar de la manera y forma que pretendían. Pero esta postura tiene un importante riesgo ya que los administradores podrían considerar que los consejeros no cumplen con su función de gestionar la entidad. «Tienen la obligación legal y estatutaria de mantenerse» afirmaba Jesús Rodríguez. «Deben cumplir escrupulosamente con sus obligaciones. No vigilar o velar. Eso de un paso atrás es un argumento puramente retórico. Si no lo hacen me imagino que los socios les pedirán responsabilidades». Además, añadió que «si los consejeros piensan que se van a invertir las funciones de tal manera que ellos sean los que vigilen y nosotros los que gestionemos y administremos, están totalmente equivocados. Tienen que asumir las funciones legales que les corresponden y nosotros las nuestras, que es la de vigilancia. En caso contrario, tendremos que adoptar las medidas que la ley establece». O lo que es lo mismo, existiría un importantísimo riesgo de que el Xerez fuera intervenido judicialmente y sus consejeros perdieran totalmente la potestad para administrar la sociedad anónima. Juan Luis Sierra, administrador concursal del Deportivo que comparecía por primera vez ante los medios lo explicaba: «En el caso de una ingobernabilidad del club existen mecanismos legales para ponerlo en conocimiento de su señoría y que se pueda adoptar la intervención total de la administración. Si vemos una situación de no gobernabilidad y seguimos con los problemas tendremos que pedir que se suspendan las facultades de administración». A lo que Jesús Rodríguez añadió: «Por eso creo que la rueda de prensa de los consejeros fue precipitada y poco meditada, ya que ellos mismos se colocan en una situación ante la opinión pública y ante la juez del concurso un poco penosa».
Durante la larga comparecencia ante los medios de los tres administradores siempre se tuvo muy presente la guerra civil que ahora vive la entidad azulina, que no ayuda nada a generar confianza en los acreedores, que debería ser uno de los grandes objetivos de una sociedad anónima deportiva que, de no firmar un acuerdo con ellos, podría acabar disuelta. De hecho, Jesús Rodríguez fue contundente en este sentido: «Por supuesto que hay posibilidad de desaparición. Si los acreedores no votan a favor del convenio que se les proponga el club entrará en liquidación, o lo que es lo mismo, la extinción del club. Por eso digo que debemos generar confianza entre los acreedores».