Adolescentes africanos exponen en Tarifa su experiencia migratoria
EFEActualizado:Una veintena de adolescentes procedentes de diversos puntos de África, en su mayoría marroquíes, han expuesto hoy su experiencia migratoria ante estudiantes españoles dentro de las actividades paralelas del Festival de Cine Africano de Tarifa, que se celebra hasta el próximo sábado.
Los jóvenes, de entre 14 y 17 años, son alumnos del colegio Nuestra Señora del Cobre de Algeciras, destinado a la atención de niños inmigrantes.
Se trata del centro en el que permanecen los menores inmigrantes que llegan a Algeciras una vez que pasan a estar bajo la tutela de la Junta de Andalucía, tras su llegada a España, y en el que reciben educación dirigida a la integración hasta los 18 años.
La pobreza en los países de origen y las perspectivas de poder trabajar en España son las principales causas de emigración, que suelen emprender solos o acompañados de otros niños, según los relatos de los estudiantes.
"Mi problema es que éramos muy pobres", cuenta Yassin, de 16 años, que comenzó a trabajar a los 14 en Marruecos colocando adoquines en las aceras. "No me pagaban bien y decidí venir", afirma.
El caso de Hamid, procedente de una aldea agrícola de Marruecos, es similar, y añade que en su lugar de origen no podía estudiar porque sólo había estudios de primaria.
"Trabajé recogiendo manzanas y grano, pero la agricultura no era buena y me fui a Tánger porque me dijeron que allí podía trabajar de peón en la construcción y allí unos chicos me preguntaron que qué hacía allí si podía venir a España", comenta.
Según los datos aportados por el centro educativo, más del 40% de los niños y adolescentes que llegan a Algeciras de manera irregular proceden de Tánger y muchos de ellos lo hacen ocultos en los bajos de los camiones que cruzan el Estrecho de Gibraltar en ferrys.
Yassid, de 17 años, asegura que antes de conseguir llegar a Algeciras escondido en un camión lo había intentado cuatro veces.
"Una vez me cogieron, me llevaron a la comisaría de Tánger y de ahí a la plaza de toros de Tánger, adonde llevan a los que cogen; estuve un día encerrado allí y tuve que pagarle 50 dirhanms - cinco euros - a un policía para salir", recuerda.
Ante las preguntas de los estudiantes españoles, Yassid se tumba en el suelo boca arriba y con los brazos cruzados sobre el pecho para explicar cómo viajó en los bajos del camión en una trayecto que, según los casos, dura entre 4 y 12 horas.
Koami llegó como polizón en un barco desde Akra (Ghana), "para buscar un futuro en España Trabajando".
"No pasé miedo", insiste Koami, "porque llevé comida y agua para los 14 días que duraba el viaje en barco".
No obstante, añade que no pudo trabajar porque sólo cuando llegó a España supo que debía permanecer en un centro hasta los 18 años.
Los educadores subrayan que la formación que proporcionan se basa fundamentalmente en el aprendizaje del español y materias relacionadas con la formación profesional para facilitar la inserción laboral de sus estudiantes, que pueden optar a obtener el permiso de residencia.
El equipo de El Cobre apunta que, frente a las últimas cifras divulgadas por el Gobierno de un descenso el 25 % en la inmigración clandestina, la bajada es casi "imperceptible" en el caso de los menores que llegan al centro de Algeciras pues se ha reducido sólo en seis personas en los últimos tres años.