Críticas vecinales a los daños que causa el Piojito en el paseo de Puntales

La asociación de vecinos de Puntales ha elevado al Ayuntamiento las quejas de numerosos residentes en la zona por los presuntos daños que «unos pocos» comerciantes ambulantes del Piojito causan en el nuevo paseo marítimo de la zona.

Las principales quejas se deben al perjuicio que «algunos vendedores» provocan en las escolleras de las nuevas instalaciones. Según estas denuncias, recopiladas y presentadas por Isabel Bahamonde como responsable de Urbanismo de la asociación, un número reducido de los ambulantes arranca piedras del cantil que linda con la Bahía para sujetar sus tenderetes. Luego, son arrojadas al mar con lo que la escollera presenta un creciente número de agujeros.

Estos huecos, siempre según las quejas vecinales, estarían causando que las tablas de maderas del paseo se hundieran en algunos de los tramos.

A esta protesta, Bahamonde añade el creciente estado de suciedad general que ofrece el paseo a pesar de contar con apenas tres años de existencia. Los jaramagos han alcanzado altura entre las rocas y los tablones. Aunque los lunes, el nivel de suciedad sube por los restos del mercadillo, la dirigente vecinal admite que la falta de civismo contribuye a diario a la falta de mantenimiento de la zona.

A pesar de su denuncia, la asociación asegura «que nadie pide que el Piojito abandone esta zona. La gran mayoría de sus trabajadores cuidan el entorno y prestan un servicio que cuenta con muchos clientes entre los vecinos más cercanos». La reclamación del colectivo de Puntales se limita a «unos pocos comerciantes poco cuidadosos con el equipamiento urbano».

Fuentes oficiales del Ayuntamiento de Cádiz admitieron ayer que han recibido las quejas y aseguraron que ya se ha ordenado el refuerzo del dispositivo de inspecciones para tratar de eliminar estas prácticas e, incluso, sancionarlas.