Desmontando a Marilyn
La coleccionista Maite Mínguez, asegura que 'la tentación rubia' «murió por un error médico, igual que Michael Jackson»
Actualizado:Casi cuarenta años después, la muerte de Marilyn Monroe sigue generando tantas polémicas como las que suscita el asesinato de uno sus amantes, John Fitzgerald Kennedy. Aunque la hipótesis del suicidio es la que tiene más adeptos, Maite Mínguez, poseedora de una de las colecciones más importantes del mundo de objetos de la 'tentación rubia' y estudiosa de su vida, cree que Marilyn no tenía ningún motivo para quitarse la vida y que falleció por culpa de una negligencia médica. «Yo creo que no se quitó la vida», afirma. «Con Michael Jackson están diciendo que hubo un error médico; con Marilyn pienso igual».
Y se explica. «Ella estaba con algo de depresión y tomaba pastillas para todo: para adelgazar, para dormir, para su estado de ánimo. Creo que más bien fue un paro cardiaco por culpa del exceso de medicación recetada por varios de sus médicos». Mínguez, que lleva toda su vida estudiando al personaje, señala que hay que tener en cuenta que tardaron mucho hasta que la descubrieron muerta. «Durante ese tiempo, los médicos intentaron taparse hasta el momento en que avisaron a la policía», asegura. Además, «cuando murió tenía proyectos: se iba a casar e iba a hacer una nueva película. ¿Por qué se iba a suicidar? No tenía motivos y tampoco dejó ninguna carta», remata.
Mínguez ha intentado acercarse a uno de los iconos del siglo XX. «He procurado abarcar toda su vida; compré desde la foto de su nacimiento que guardaba en su álbum personal hasta la placa de la tumba», dice. Y contra todo lo que aseguran las leyendas hollywoodienses, considera que no era como la pintan. Ni mucho menos. «Nunca llevaba joyas, todo lo que llevaba era bisutería. No era tan frívola y no era de poseer casas. La única suya fue precisamente en la que murió», afirma. «Su lucha era romper con esa imagen que le habían asignado los estudios de cine, pero tenía muchas inseguridades debido a su infancia».
Mínguez sostiene que Monroe «tenía complejos y mucha tendencia a engordar». Luego empezó con los tranquilizantes y el alcohol. «El problema es que ella quería ser maravillosa. No quería lujos, quería tener en el público la parte afectiva que le faltó en la infancia». Al margen de su frivolidad, Mínguez considera que hay más tópicos que romper sobre su figura. «Estudiaba muy bien sus papeles. Se preocupaba mucho por leer, los libros que tenía no eran novelas; eran tanto de psicoanálisis como de filosofía. Y no sólo los leía sino que los subrayaba, estudiaba mucho». Piensa que la historia del cine no ha sido justa con ella. «Cantaba relativamente bien, se adaptó perfectamente a los personajes, pero quizás porque murió joven le faltó un papel en el que desarrollar sus dotes interpretativas».
Poseedora de más de 250 objetos de Monroe, entre otros los vestidos que lució en 'El príncipe y la corista', 'La tentación vive arriba' o 'Los caballeros las prefieren rubias', Maite Mínguez asegura que aún le falta material por recopilar y, con todo ello, pretende crear un museo.