Cartas

Temor al buzón

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Ser individualista y pobre como yo, hace que sienta temor cada vez que abro el buzón. Hace unos días, mi pavor se tradujo en un hecho muy concreto. Desde Correos se me instó a recoger un certificado de Endesa. Me persono en la estafeta que me señalaron y, como me temía, la dirección era errónea. En fin, perdí una mañana y parte de la sobremesa para enterarme de que, sin Internet, sin vitrocerámica y con un consumo reducidísimo de electricidad, se me impone con un galimatías descorazonador que contrate una potencia superior a 2,2KW. No niego que España sea un país con pautas de consumo propias de países ricos, pero sí afirmo que dentro de la aparente opulencia hay personas que, como mi padre, tienen que sobrevivir con una pensión no contributiva que, además, comparte con quien escribe estas líneas. Los poderes fácticos y los poderes públicos españoles deberían ser conscientes de que los planes por ellos elaborados para algunos son innecesarios e inviables.