EXÁMENES
Actualizado:Como ocurre con los malos estudiantes, el Cádiz ha dejado la preparación de los exámenes para el final del curso. Es ahora cuando, ya cansados y ansiosos, los jugadores se sienten obligados a recuperar algunas de las lecciones que, por despiste, flojera o distracción, no aprendieron a su debido tiempo. Todos recordamos aquella cantinela que, ingenuamente, tantas veces nos repitieron tras las derrotas: «la temporada es muy larga y hay tiempo para enmendar los errores». No eran conscientes de que, igual que ocurre con la vida, el tiempo corre con excesiva velocidad ni de que, cuando menos lo esperamos, llega la hora de rendir cuentas. No tenían en cuenta que el último tramo de la Liga y los minutos finales de los partidos, cuando las fuerzas mentales y físicas flaquean, es cuando se requiere mayores dosis de serenidad y de energías. Hemos de reconocer que la última etapa de las carreras es la más dificultosa y la más decisiva. En ella la tensión aumenta, no sólo porque las fatiga aumenta, sino también porque es entonces cuando contemplamos un abismo más profundo y, en consecuencia, nos aumenta la sensación de vértigo. En esta situación decisiva hemos de serenar los ánimos y, sobre todo, hemos de administrar con habilidad las escasas fuerzas. También los aficionados hemos de permanecer alertas y concentrados, pero, al mismo tiempo, serenos y tranquilos. Creo que, a pesar de que el final de la Liga se aproxima a pasos agigantados, éste no es el tiempo adecuado para hacer números. Tanto las matemáticas como la lógica nos pueden engañar ya que si, por ejemplo, hacemos una simple suma, podríamos entusiasmarnos con la ingenua conclusión de que, si el Cádiz gana los puntos que restan y los demás equipos pierden sus partidos, el equipo amarillo podría finalizar la temporada a mitad de la tabla. La lógica, por el contrario, nos dice que, si todos los equipos logran la media de puntos alcanzados hasta ahora, nuestro equipo terminaría en puestos de descenso.