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El cambio de denominación partió de los profesionales de este centro de salud de la zona sur y ahora ya solamente están pendientes de una fecha concreta. :: l. v.
Jerez

El centro de salud de San Telmo pasa a llamarse Doctora Amparo Granero

V. M.
JEREZ.Actualizado:

El centro de salud de San Telmo dejará de llevar el nombre del barrio para pasar a rendir un homenaje a la doctora Amparo Granero Colomer, una pediatra que ha ejercido en la ciudad desde 1984 hasta que se jubiló de forma anticipada. La Junta de Gobierno Local de la pasada semana fue la encargada de dar luz verde a una iniciativa que partió de los propios compañeros de la homenajeada y que los ha llevado a recoger cientos de firmas en apoyo a la iniciativa.

La propuesta contaba con el apoyo de la dirección del centro de salud, de la gerencia del Distrito Sanitario Jerez-Costa Noroeste, del colegio médico, de sindicatos, de asociaciones vecinales y de otros colectivos sociales de la zona. La idea partió de otra de las pediatras del centro de salud de la zona sur, Charo Fernández, y pronto se pusieron manos a la obra para convertirlo en realidad. Ahora, como explicó otro de los profesionales sanitarios del centro, Manuel Ortega, «estamos esperando la fecha del cambio oficial de nombre».

Además de ejercer en San Telmo, la doctora Granero Colomer ha tratado a niños en otros centros de salud de la ciudad como el Jerez Centro o Madre de Dios. «Hacía dobles turnos de consultas porque entonces no había pediatras suficientes en Jerez», recordó Ortega.

La doctora, que lleva muchos años viviendo en Jerez, es muy conocida en la barriada porque «no hay niño que no pasara por sus manos», aseguran sus compañeros. En total, se han recogido más de 800 firmas de apoyo: «Es muy humilde y sencilla y estas cosas no le gustan mucho pero se merecía un reconocimiento por parte de todos», concluyó Ortega Marlasca.

Más homenajes

No es la primera vez que un centro de salud lleva el nombre de un profesional destacado al que sus compañeros y el barrio hayan querido reconocer su labor. El primero fue el de La Granja, que pasó a denominarse doctor Manuel Blanco, un profesional que empezó a atender a los vecinos de la zona en un consultorio con una única habitación y que luchó mucho por la construcción del actual ambulatorio.