Alerta máxima entre los radicales de ambos equipos

Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona están en alerta máxima de cara a la final de la Copa del Rey del Camp Nou. El partido, declarado de 'alto riesgo', congregará a unos 80.000 aficionados, 45.000 del Atlético de Madrid y 32.000 del Sevilla, y obligará a dividir la capital catalana en dos, con el objetivo de que las peñas más radicales de cada conjunto, el 'Frente Atlético' y los 'Biris', no puedan encontrarse y provocar altercados.

Así, por ejemplo, la estación de Sants tendrá dos salidas distintas, una para cada afición; el Camp Nou se partirá en dos. Los hinchas del Sevilla estarán en el Gol Norte y los del Atlético en el Sur; y las áreas de ocio donde se juntarán durante el día las aficiones de cada club se han instalado a kilómetros la una de la otra. Los sevillistas estarán en la zona universitaria, en la parte alta de Barcelona, mientras que los 'colchoneros' se reunirán en el entorno de las fuentes de Montjuïc, en el cuadrante bajo de la ciudad.