Semana crucial
Es probable que nuestras cuentas públicas necesiten apretarse aún más el cinturón
Actualizado:La sucesión, durante las últimas semanas, de jornadas convulsas y desconcertantes para la economía española y la europea en general ha dibujado un paisaje de amenazas, reflejadas en la fluctuación bursátil, y de precipitadas actuaciones, como la habilitación de un fondo común en defensa del euro o el anuncio del recorte presupuestario por parte del Gobierno Zapatero. Tras ello, la semana que hoy comienza se presenta especialmente crucial porque medirá la capacidad de liderazgo del Ejecutivo como prueba de la que dependerá el crédito que España merezca en los mercados internacionales y ante nuestros socios más influyentes. Hoy mismo la vicepresidenta Elena Salgado deberá despejar ante sus homólogos del Eurogrupo cualquier duda sobre la disposición española a disciplinar el déficit público, de forma que no suponga riesgo alguno para la estabilidad del euro. En este sentido el Gobierno se enfrenta a un reto inmediato, cual es la obtención de apoyos parlamentarios y autonómicos suficientes como para afrontar la contestación sindical y el desagrado social generados con su anuncio. El presidente Rodríguez Zapatero está obligado a llegar al Consejo de Ministros del próximo viernes con una mayor anuencia de la que inicialmente ha cosechado para su propuesta de reajuste a causa de la autosuficiencia mostrada con anterioridad. Es posible que la oposición popular se centre fundamentalmente en su negativa a secundar la congelación de las pensiones, y que las centrales sindicales se limiten a dar la «respuesta proporcionada» que les ha pedido el vicepresidente Blanco, a sabiendas de que los recortes son imparables. Como es posible que las autonomías y los principales ayuntamientos opten por poner sordina a las discrepancias que mantengan respecto a aquello que les afecte más directamente. Pero el problema al que se enfrenta el Gobierno -y con él la economía española- no podrá soslayarlo mediante una apurada convalidación parlamentaria del decreto que apruebe en su próxima reunión, como ha ocurrido en otras ocasiones. Sencillamente porque es probable que las cuentas públicas españolas necesiten apretarse aun más el cinturón durante este mismo ejercicio y en el próximo. Un mensaje que quizá se deduzca del movimiento de las Bolsas durante las próximas y cruciales jornadas, y se haga patente mañana mismo en la reunión de los titulares de Economía de la UE.