El juez Baltasar Garzón, tras ser premiado en París. / Foto: Efe | Vídeo: Atlas
galardonado en parís

Garzón se muestra confiado en que «al final de este duro camino la justicia se impondrá»

El magistrado asegura que es "esclavo de la ley, pero de una ley no solo local sino universal"

PARÍS Actualizado: Guardar
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El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha dicho hoy tener un buen estado de ánimo y se ha mostrado confiado en que "al final de este duro camino la justicia se impondrá". Tras declararse "no solo tranquilo sino confiado", el magistrado ha admitido que "son momentos difíciles y delicados pero eso no significa que no tenga confianza en que al final de este duro camino la justicia se impondrá".

La justicia "será ejercida con claro sometimiento al Estado de derecho", ha añadido Garzón al término de un acto celebrado en la capital francesa en el que fue galardonado con el Premio de la Libertad y la Democracia René Cassin, concedido por la asociación francesa República Joven.

Al ser preguntado sobre la demanda de autorización para ir a trabajar al Tribunal Penal Internacional, Garzón se ha limitado a decir que "es una cuestión que corresponde decidir al Consejo General del Poder Judicial. Han pedido una serie de informes que no voy a entrar a valorar" "Yo haré lo que corresponda y lo que legalmente esté establecido", ha puntualizado.

El magistrado de la Audiencia Nacional, suspendido en sus funciones desde el pasado viernes, ha insistido en que "es necesario un poder judicial independiente y, por tanto, me tengo que aplicar a mí mismo este argumento aunque no esté de acuerdo con lo que está sucediendo".

Muy aplaudido

Garzón, que ha sido aplaudido repetidamente durante el acto de entrega del galardón, ha agradicido las muestras de efusividad en "unas circunstancias especiales y difíciles para mí" pero que le reafirman al mismo tiempo en su idea de luchar "contra la impunidad" y "en favor de las víctimas". "Soy esclavo de la ley, pero de una ley no solo local sino universal", ha argumentado, antes de señalar que "el principio de justicia universal (...) no es una opción, es una obligación para todos, en particular, para el poder judicial".

El juez ha insistido en que "la impunidad es hermana mayor o madre de la corrupción" y, para ilustrarlo, se ha referido entre otros al caso que le lanzó a la fama mundial, el procesamiento del ex dictador chileno, Augusto Pinochet. Ha criticado también las "marañas de intereses económicos y políticos que se oponen" a clarificar crímenes masivos del pasado. "No se puede construir la democracia sobre millones de muertos", ha señalado parafraseando una cita de un escritor, antes de precisar que "la justicia internacional debe tomar la voz y la palabra".

"No es verdad que se atente contra la estabilidad política por investigar" crímenes del pasado sino que se trata de "una necesidad democrática" para que "no se reabran las heridas", ha indicado. Sin referirse en particular a ningún país, Garzón ha asegurado que "antes o después todas las leyes que amparan la impunidad caen".