Lleva 25 de sus 45 años dedicado a cultivar la vid. :: CRISTÓBAL
Jerez

«Quiero resistir, y me estoy dando un margen, pero lo ponen muy difícil»

Manuel Ruiz Cooperativista de Trebujena

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Manuel, como tantos en Trebujena, procede de una familia relacionada con la viña. «Aquí, el 80% depende directamente de este sector», explica este cooperativista que ha dedicado más de la mitad de su vida al cultivo de uva palomino en sus tres hectáreas de viñedo y que admite que «siempre hemos sufrido muchos altibajos, aunque nunca habíamos experimentado tantos años seguidos tan agónicos».

Para muestra un botón: «Hace diez años el precio de la uva era rentable, pero ahora es ridículo y con los costes de producción cada vez más altos, y eso que no metemos ni nuestros jornales, se pierde dinero». «Los productores estamos a punto de tirar la toalla», enfatiza este viticultor, que añade que ve tan mal la situación que «si sigo resistiendo es por dignidad y tradición, y por eso me estoy dando tres o cuatro años de margen, pero lo ponen muy difícil».

Y es que una de sus principales quejas es la falta de equilibrio que hay en la Denominación, «sin paridad en el Consejo Regulador, con la prepotencia de las bodegas que nos ponen el pie en el cuello... todo eso hace que siempre salgamos perjudicados». Pero reparte tirones de orejas para todos, ya que recalca que «no se entiende cómo los viñistas tampoco somos capaces de ponernos de acuerdos por culpa de tantos intereses comerciales y políticos»; y critica que la Junta «no se implique más en buscar soluciones a esta situación de la que dependen tantos jornales».

Sin ir más lejos, considera una «limosna» el acuerdo firmado para hacer un estudio de viabilidad de los productos complementarios. «Te obligan a desenganchar tu viñedo y durante varios años no producir para hacer vino, y te pagan un precio ridículo que es casi más bajo que el actual». Eso sin olvidar que Trebujena «no puede meter riego, por lo que tampoco podemos sobreproducir».

Manuel tampoco es partidario del arranque, porque cree que «a este ritmo nos quedamos sin denominación», y considera que la clave está en que «las bodegas busquen nuevos consumidores». Y tiene claro que los productores de Trebujena no deben abandonar «la reivindicación de la zona de crianza».