«Los dos casos que nunca olvido acabaron suicidándose»
CÁDIZ.Actualizado:Es una realidad nueva, pero los expertos tienen claro que al igual que otras adicciones patológicas, las apuestas por Internet descontroladas pueden tener unas consecuencias devastadoras para el enfermo. Cuando el nivel de dependencia es enfermizo, el ludópata puede llegar a robar o estafar para conseguir dinero. «Pierde por completo el control sobre su propia voluntad, afectando no sólo a su propia persona sino a su entorno», comenta la presidenta de Jarca, que a la hora de preguntarle por los enfermos que le han podido marcar más en los 20 años de experiencia que lleva el colectivo trabajando, no duda en su respuesta: «Sí, hay dos personas que nunca olvido porque acabaron suicidándose». Ambos enfermos estaban enganchados a las tragaperras y en los dos hubo un elemento determinante. «Se quedaron solos y no tuvieron ayuda en su familia. Se da la circunstancia que ambos, antes de morir, me llamaron a mí, como si quisieran despedirse».
Los ludópatas que acuden a bingos o casinos tienen la opción de apuntarse a una lista negra como inicio de su recuperación. Al inscribirse, se les veta la entrada a cualquiera de estos establecimientos. En la Red, no hay esas cortapisas. «Además, el jugador puede obtener 'líquido' rápido y sin problemas. El dinero de plástico o los créditos 'on line' les permite continuar apostando».