El efecto Gorosito
Actualizado: GuardarHace tres meses, aproximadamente, reflejé en uno de estos artículos dominicales mi absoluta decepción por la manera en la que se había planificado la primera temporada del Xerez Club Deportivo en la ‘Liga de las Estrellas’. Manifesté también mi convencimiento de que el equipo estaba condenado a dar con sus huesos en Segunda División debido a la pésima gestión de sus administradores y expresé mis dudas sobre el destino de la importante inyección económica que recibió la entidad con su ascenso a Primera. Hoy, 16 de mayo, se disputa la última jornada de Liga y el Xerez tiene todavía serias opciones de quedarse entre los más grandes del fútbol nacional. Visto el panorama, tengo que rectificar con toda la alegría del mundo, pero sólo en una cosa. Me mantengo en que la gestión del club por parte de Morales y la forma en la que se preparó la temporada fueron más propias de un equipo de Regional Preferente que de un club de Primera División. Sigo haciéndome preguntas sobre el dinero que tenía que haber entrado en las arcas xerecistas por abonos, publicidad, televisión, patrocinios, quinielas…porque pasado el tiempo la entidad sigue padeciendo los mismos problemas económicos y el desembolso de este año en fichajes ha sido de cachondeo. ¿En qué se ha gastado además de lo que se ha ido por la vía de los embargos? Pero sí he de reconocer que subestimé en su momento la capacidad de reacción de estos futbolistas y el trabajo de Gorosito y los suyos. Entono el mea culpa, aunque, como yo, nadie creía que el Xerez llegaría con vida a estas alturas de la competición. Ni en Jerez, ni en el resto de España, no nos engañemos.
Gran parte del éxito que ya se ha alcanzado independientemente del resultado final es lo que se ha venido en llamar ‘el efecto Gorosito’. El técnico argentino ya había vivido una situación similar a este en su país de origen consiguiendo finalmente salvar al equipo en cuestión. El caso del ‘Pipo’ merece un análisis profundo que yo no haré en este momento por falta de espacio y de conocimiento suficiente. Pero es digno de admiración la forma en que se ha ganado el respeto de todos y la manera en la que ha revolucionado, ha dado la vuelta a un equipo que antes de su llegada era sombrío, estaba apagado, salía del túnel de vestuario con el partido ya perdido.
Gorosito confió en sus hombres desde un primer momento, potenció la unión del grupo, les hizo creer en sí mismos y ahora vemos los resultados. Lo bueno de todo esto es que la filosofía de Gorosito se puede trasladar a todos los órdenes de la vida, desde el trabajo, hasta la pareja o los amigos. Tuvimos suerte con Esteban Vigo y también la hemos tenido al poder contar con un entrenador que ha calado hondo en la ciudad y en el país, y que si todo se da bien merece un monumento en Jerez del tamaño del Minotauro, como mínimo. En pocas horas subiré al avión chárter que trasladará a Pamplona al equipo, medios de comunicación, directiva y algunos aficionados. Acudo a la cita con el convencimiento de que es difícil que todo cuadre, pero que la permanencia del Xerez en Primera también respondería a un escenario lógico y totalmente factible si no intervienen otras actores que no sean el balón y los jugadores en el resultado final de los partidos. La tarde de hoy, como decían los clásicos, será no apta para cardiacos.
Vamos a sufrir todos, vamos a sufrir mucho, y empujaremos con nuestra ilusión y nuestras voces para conseguir el hito histórico de que el Xerez salve la categoría, algo que teniendo en cuenta que sólo se sumaron ocho puntos en la primera vuelta sería una de las mayores proezas deportivas de la historia. Pero, teniendo claro cuál es el objetivo y con las esperanzas totalmente volcadas en él, estoy convencido de que la afición xerecista sabrá encajar el revés si los resultados no nos sonríen. Pase lo que pase hay motivos para salir con la cabeza alta, porque este equipo, su entrenador y cuerpo técnico y los aficionados azulinos han demostrado a toda España que no hay sueños imposibles, que te puedes levantar y luchar de nuevo por muy fuerte que haya sido el golpe, que el poder de la ilusión es mucho más fuerte que el de las matemáticas, y, sobre todas las cosas, que con este espíritu se merecen seguir figurando en ese grupo selecto que conforma la mejor liga del mundo. Esta noche, a eso de las nueve, habremos salido todos de dudas. Ojalá, la afición pueda recibir al equipo enfervorecida. Ojalá y pase lo que pase. Que gane el mejor.