Los nuevos canónigos, vestidos ya para la ocasión. :: LA VOZ
Jerez

La diócesis ya tiene ocho nuevos canónigos

La elección de los sacerdotes abre aún más las puertas a una renovación en la curia que se hacía necesaria e inminente

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Sonaba desde que llegó Juan del Río a la ciudad, y han tenido que pasar cerca de diez años. Cuando Mazuelos llegó a la diócesis, afirmó que esperaría un año para conocer a su clero, a sus seglares, a su diócesis en definitiva, antes de tomar las primeras decisiones. Así, paralizó todas las solicitudes que se le fueron presentando debido a ese proceso de estudio que ya debe estar en su fase final, ya que ha tomado sus primeras decisiones de trascendencia en las altas esferas de los sacerdotes diocesanos.

Ayer tomaron posesión como nuevos canónigos de la Santa Iglesia Catedral ocho presbíteros, y la principal novedad es que la media de edad de este grupo de la iglesia ha bajado sensiblemente. Atrás quedan los tiempos en que se alcanzaba este privilegio, más que por los méritos obtenidos, por la cantidad de años de servicio al frente de las distintas parroquias. El nuevo obispo, desde que llegó, se sorprendió de la edad avanzada de la gran mayoría de sus canónigos, puesto que en Sevilla él mismo, con apenas 45 años, era canónigo penitenciario de la Archidiócesis.

Los nombramientos

Dicho y hecho. Los primeros nombramientos han certificado a Juan Jacinto del Castillo, el asistente eclesiástico para la Unión de Hermandades y párroco de las Viñas, como nuevo canónigo prefecto ceremonial y a Ignacio Gaztelu, rector del seminario diocesano, como nuevo canónigo magistral. Dos nombramientos que se antojan fundamentales para el nuevo rumbo que toma la diócesis jerezana siguiendo las pautas trazadas por el obispo Mazuelos.

De hecho, el prelado ha ponderado, en la homilía de la posterior Eucaristía de acción de gracias, la importancia de la Liturgia. "Que las celebraciones en esta iglesia Catedral sean un espejo donde los fieles se miren. En la Liturgia se vive la fe en Dios", añadió enfatizando en la necesidad de cuidarla porque "es un regalo que pertenece a la Iglesia viva, que las celebraciones sean verdaderamente epifanías". Antes de asegurar que estos nuevos canónigos "son sacerdotes ejemplares que han dado muestra de su celo pastoral", el prelado insistió en la necesidad de dignificar las celebraciones que se realicen en la Santa Iglesia Catedral, ya que la intención desde que la parroquia se ubicó en la iglesia de San Dionisio es de realizar únicamente en el primer templo diocesano las más importantes celebraciones litúrgicas, así como dotar a la seo de un museo diocesano acorde a la importancia que la ciudad está adquiriendo en el mapa de la Conferencia Episcopal Española.

El resto de nombres más conocidos son el de José Manuel Sánchez-Romero Martín-Arroyo, actual párroco en Guadalcacín y uno de los más jóvenes en llegar a ser canónigo de la Catedral, o Enrique Hernández, que accede al cargo de manera emérita reconociéndosele de esta manera su servicio siempre desinteresado a la diócesis y sus cualidades culturales y artísticas, aspectos en los que siempre ha destacado este presbítero.

El obispo mostró su gratitud con todos los canónigos eméritos ya que pasan a esta condición, desde ahora, Maximino Bacas Álvarez, Francisco González Cornejo, Juan González Lagomazzini y Luis Núñez Rodríguez.