El Xerez está convencido de que la victoria fraguará el milagro

El cuento del Xerez en Primera busca un final feliz. Y lo hace a su manera. Con sufrimiento. Por eso hoy el Xerez quiere conseguir una permanencia a lo grande. Tras dos milagros consecutivos en Segunda División, ahora en el cuadro gaditano han querido rizar el rizo. Y ahí que apareció Gorosito. Fue el punto de inflexión, el entrenador revelación de la Liga de las Estrellas. Pero quiere ponerle la guinda al pastel y rubricar esa permanencia que nunca nadie ha logrado. Agarrarse a la Primera con 36 puntos es un hecho nunca visto; sumar 8 puntos en la primera vuelta y lograr la salvación será inaudito.

A pesar de que nunca se había estado tan cerca de la permanencia, la salvación no será sencilla. Es necesaria una carambola para que el Xerez salga de descenso, pero posiblemente en Jerez sean más optimistas que en otras de las ciudades en las que se juegan el cuello. La euforia llega por dos motivos: el primero, lo inesperado que está siendo que el Xerez llegue a la última jornada con opciones reales de salvarse; por otra parte, está la lógica, ya que que si se imponen los resultados más razonables tendrán muchas opciones de salvarse. Es decir, si el Real Madrid y el Barcelona vencen al Málaga y al Valladolid, ya sólo quedará el duelo clave: Valencia-Tenerife. Uno de los mejores equipos en casa contra el peor visitante. Pocas sorpresas se esperan en el pasteloso duelo entre el Racing y el Sporting.

Por tanto, si se impone la lógica, y vencen los tres primeros de la clasificación sólo quedará que el Xerez sea capaz de llevarse los tres puntos del Reyno de Navarra, así que en Jerez están convencidos de que la victoria les da la permanencia. En cuanto al once titular, pocos cambios.

Y bien saben en Jerez que la clave pasa por Mestalla. El Tenerife se juega ante el Valencia la permanencia en un Mestalla más pendiente de las despedidas, ya que el club ha preparado un homenaje a Rubén Baraja, que dirá adiós tras diez años en la entidad, aunque también podría ser el último partido de jugadores como David Villa o David Silva.

El equipo de José Luis Oltra desea que el destino les haga un guiño y también espera resultados favorables del resto de los equipo implicados, sobre todo los del Valladolid frente al Barcelona y el del Málaga frente al Real Madrid. El Valencia, que desde hace dos jornadas ya tiene garantizada la tercera plaza de la Liga, tratará de despedir la temporada ante su afición con un triunfo. Y así celebrar la anunciada renovación de Emery.

Oltra se mostró convencido de que le va a ir bien en su tierra. «Es cuestión de fe, yo la tengo y espero que el equipo salga igual de seguro al campo pensando que nos vamos a salvar», dijo. Ante un equipo que «no va a regalar nada», advierte Oltra, sobre todo porque «nadie sale al campo a pasearse», piensa que la clave para sacar algo positivo de Mestalla será el «trabajo duro, jugar juntos y estar muy metidos en el partido para que el adversario no se siente cómodo», aseguró.

Pocos confían en la sorpresa en Cantabria. El Racing de Santander recibe en El Sardinero a un Sporting de Gijón que llega con los deberes ya hechos y al que el conjunto cántabro confía en ganar con la esperanza de mantener la categoría.

Los hombres de Miguel Ángel Portugal han tenido un pésimo final de temporada con cuatro derrotas consecutivas. Así, el Racing podría perder la categoría aún ganando, pero también salvarse perdiendo ante los asturianos. Por tanto, con independencia de lo que ocurra en otros campos, técnico y jugadores se han comprometido a salir a por todas frente a un Sporting que no se juega nada.

Es el partido que ha levantado más suspicacias por la cercanía de ambos contendientes, y los lazos que le unen, lo que invita a pensar que los asturianos no pondrán toda la carne en el asador. En el banquillo gijonés está precisamente un cántabro, Manolo Preciado, y hasta el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha pedido a los aficionados asturianos que animen al Racing. En lo deportivo, Portugal recuperará al máximo goleador del equipo, el burundiano Mohammed Tchité.