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Cameron seduce a Escocia con un incremento de su autonomía fiscal

El primer ministro británico promete en Edimburgo una nueva relación basada en el «respeto mutuo»

ÍÑIGO GURRUCHAGA
LONDRES.Actualizado:

El nuevo primer ministro británico, David Cameron, ofreció ayer al ministro principal de Escocia, Alex Salmond, el incremento de su autonomía fiscal y a suParlamento la posibilidad de comparecencias anuales como jefe del Gobierno de Reino Unido para responder a las preguntas de los diputados autonómicos. Cameron ya había prometido que viajaría a Escocia en la primera semana de su mandato y ayer, dos días después de su nombramiento, cumplió con su palabra y al llegar a Edimburgo dijo que quiere «un nuevo comienzo» en las relaciones entre las instituciones locales y las de Reino Unido basado en el «respeto».

En su visita de un día se reunió con parlamentarios de todos los partidos y más tarde con el ministro principal. Estuvo acompañado por el nuevo ministro para Escocia, Danny Alexander, que es diputado liberaldemócrata por una circunscripción escocesa.

Los dos partidos apoyaron las conclusiones de una comisión creada por el Ejecutivo autonómico en 2007 en el sentido de que era aconsejable la reducción de un 10% en la asignación anual que la Hacienda británica da a la administración autonómica, unos 37.000 millones de euros. Esa cantidad se calcula por una fórmula que da unos 1.750 más por cabeza en Escocia que en otras partes de Reino Unido, para compensar el coste adicional de infraestructuras en una población tan dispersa.

La propuesta combina esa reducción con extender los poderes fiscales del Ejecutivo de Edimburgo de tal manera que pueda recaudar los impuestos adicionales para cubrir sus gastos. Conservadores, laboristas y libdems apoyaron esa propuesta, rechazada por los nacionalistas del partido de Salmond, que aspiran a la independencia.

El ministro principal ha esperado a los resultados de las elecciones británicas para ver qué posibilidades tiene de celebrar un referéndum sobre la independencia antes o después de los comicios autonómicos del próximos año. Aunque el pasado lunes la posibilidad de un pacto entre laboristas y liberaldemócratas, que no tenían votos suficientes en Westminster, planteó la remota opción de que accediesen a celebrar el referéndum para lograr el apoyo nacionalista al Gobierno de Londres, esa puerta está ahora cerrada con la nueva coalición y su efecto sobre el Parlamento escocés.

Cameron dijo ayer: «No cederé nunca terreno en el compromiso con mantener la unidad de Reino Unido». Y Salmond no puede contar con el apoyo laborista en Escocia para convocar el referéndum, que quería plantear una alternativa entre la independencia o una autonomía fiscal como la vasca, mayor que la propuesta por Cameron y apoyada por otros partidos.